Los activistas kenianos Bob Njagi y Nicholas Oyoo, miembros del “Free Kenya Movement”, fueron liberados y regresaron a su país tras haber permanecido 38 días detenidos en Uganda. Ambos activistas fueron detenidos por acompañar en su campaña a un líder de la oposición nacional, Bobi Wine. El hecho provocó en su momento la movilización de organizaciones de derechos humanos y una intensa presión diplomática entre los gobiernos de Kenia y Uganda.
Su desaparición comenzó el 1 de octubre de 2025, cuando viajaron a Uganda para asistir a un mitin del opositor Bobi Wine, siendo vistos por última vez en una gasolinera cerca de Kampala, donde se los llevaron metiéndolos en un coche a la fuerza. Durante su detención, Uganda inicialmente negó tenerlos bajo custodia. Sin embargo, el presidente Yoweri Museveni reconoció posteriormente que fueron detenidos por “trabajar con Kyagulanyi” (Bobi Wine) y calificó a los dos como “expertos en disturbios”. Naciones Unidas y grupos regionales defensores de los derechos humanos han ejercido presión diplomática sobre Uganda durante este mes con el fin de obtener la libertad de los activistas por los derechos humanos.
Tras días solicitando que se revelase su ubicación exacta, se descubrió que se hallaban detenidos sin cargos en el cuartel militar de Kasenyi, en Entebbe, al sur de Kampala, la capital del país. sus familiares han declarado que ambos activistas cayeron enfermos durante su detención y tuvieron que acudir al hospital militar antes de ser liberados.
Tras su liberación, ordenada por el presidente Museveni, ambos fueron entregados por las autoridades de Uganda a la embajada de Kenia, siendo escoltados hasta el paso fronterizo de Busia, y finalmente llevados a Nairobi. Las organizaciones de derechos humanos de Kenia han dado la bienvenida a su liberación y han exigido una investigación sobre su desaparición y detención.
Fuente: Mwakilishi
[CIDAF-UCM]