Laurent Gbagbo había solicitado, en vano, la salida del país de la Operación de las Naciones Unidas en Costa de Marfil (ONUCI), acusada de haber tomado partido por su rival, Alassane Ouattara. En la actualidad, el Jefe de Estado saliente y sus partidarios parecen haber cambiado realmente el fusil de hombro, mostrando notablemente su determinación para obtener una salida por la fuerza.
El divorcio entre el bando de Laurent Gbagbo y la Operación de las Naciones Unidas en Costa de Marfil (ONUCI) se conjuga, de ahora en adelante, con la violencia. Signo suplementario del cambio de tono en las relaciones entre Laurent Gbagbo y la Misión de la ONU en Costa de Marfil, los actos de intimidación perpetrados por los partidarios del antiguo Jefe del Estado contra los agentes y los soldados de la ONUCI como fue el caso, el día 13 de enero. En ese solo día, tres vehículos de la ONU en Costa de Marfil fueron quemados por jóvenes exigiendo la mayoría presidencial, el grupúsculo político que apoya al antiguo Jefe del Estado. La guinda del pastel fue que ellos hicieron pasar un mal rato a los ocupantes de dichos vehículos patrulla de las fuerzas de la ONU. Este ataque se produce a raíz de una emboscada tendida por las Fuerzas de Defensa y Seguridad de Costa de Marfil, fieles a Laurent Gbagbo y que dejó tres heridos en las filas de los cascos azules. Los soldados de la Paz estaban presentes en el teatro de operaciones de Abobo, para interponerse entre la población y las Fuerzas de Defensa y Seguridad. Algunos de ellos, de conformidad con el mandato de la ONUCI, estaban filmando también actos de violación de Derechos Humanos. Los documentos audiovisuales que deben servir para elaborar los expedientes a transmitir a las organizaciones de defensa de los Derechos Humanos. Una acción que, sin duda, ha indignado a las Fuerzas de Defensa y Seguridad que no quieren acompañar el régimen de Laurent Gbagbo ante los tribunales internacionales. En el transcurso de esta misma semana, un convoy de la ONUCI que salía del Hotel Golf fue interceptado en La Riviera por las Fuerzas de Defensa y Seguridad, apoyados por una población particularmente excitada.
Estos actos de hostilidad respecto a la Representación de la ONU no son aislados pues ya, al finalizar el pasado año, precisamente el 28 de diciembre de 2010, los soldados de la ONU procedentes de Yamoussoukro y extraviados en Yopougon fueron agredidos por una horda de ociosos transeúntes. Si ellos pudieron salvar la vida, gracias a la intervención del Jefe de Estado de las Fuerzas de Defensa y Seguridad, su vehículo fue calcinado. Este acto, por otra parte, es el que marcará el comienzo de los ataques contra todos los símbolos de las Naciones Unidas en Costa de Marfil, tras una campaña de odio sabiamente realizada por el bando de Gbagbo.
Como se recordará, éste había emplazado a la ONUCI a abandonar el país el 18 de diciembre de 2010. No obstante, el afable rechazo opuesto a dicho requerimiento, él lo reiteró el 31 de diciembre en su mensaje a la nación. Desde entonces los incidentes entre sus partidarios y la ONUCI no han dejado de multiplicarse.
Marc Dossa
Publicado el 14 de enero de 2011 en Abidjan.net – Nord-sud.
Traducción de Luis Fernando Carretero Solana.
