«Las vidas de Nigeria importan. Estamos con vosotros». Los gritos a las puerta de la Embajada de Nigeria en Londres sonaron por toda la Avenida Northumberland como protesta contra el terror y para crear conciencia de las acciones de Boko Haram, el martes 27 por la tarde. El movimiento terrorista ocupa actualmente un área del tamaño de Bélgica en el noreste de Nigeria, así como zonas de Chad, Níger y Camerún.
Nigeria es el país más poblado de África, con una población total de 150 millones de personas y el año pasado, se convirtió en la economía más fuerte del continente. En la última década, Boko Haram se ha extendido por todo el país como un cáncer. En abril de 2014, fueron responsables del secuestro de más de 270 escolares de Nigeria, lo que provocó el inició de la campaña internacional «Bring Back Our Girls”.
Uno de los organizadores de la protesta, Akinola Davies Jr., un cámara de 29 años de edad, en declaraciones a “Dazed” (1), afirmó: «en la diáspora deben educarse a sí mismos acerca de lo que está sucediendo en Nigeria e implicarse mucho más. Debemos tratar de utilizar nuestros privilegios para obtener apoyo internacional para demostrar y ejercer presión sobre el gobierno de Nigeria».
Aunque no fue tan lejos como para decir que había un sesgo en los medios británicos, Davies Jr. criticó el carácter selectivo de lo que se presenta al público: «es posible que hablen en los medios sobre los piratas somalíes, ya que afecta sus vacaciones en Kenia o sobre el virus del Ébola porque es una amenaza para Gran Bretaña. Pero no se oye mucho acerca de la violencia y la pérdida de vidas en Ucrania, Palestina o México».
Emory Ruegg, productor de 32 años, se hizo eco de Davies Jr. diciendo: «desde mi punto de vista, una protesta o manifestación no es un concurso de sufrimiento. Uno se puede sentir identificado con una u otra causa. Por ejemplo, lo que sucedió en París fue una tragedia, pero Francia está mucho más cerca. Aquí estamos simplemente tratando de despertar las conciencias».
La presencia policial fue mínima e incluso algunos policías les daban la mano a los manifestantes mientras observaban una protesta totalmente pacífica. Los coches tocaban la bocina al pasar.
El activista nigeriano de los derechos humanos de LGBT y orador público, Bisi Alimi, de 40 años, habló con “Dazed” poco antes de dirigirse a la multitud: «quiero recordar las muchas vidas que hemos perdimos. Es importante recordar que nuestra democracia se basa en esto. Hoy hacemos una llamada al gobierno para que proteja nuestros derechos. Esto no es un juego donde podamos jugar con la vida de las personas».
A principios de este mes, se estima que la organización terrorista había sacrificado la
vida de 2.000 personas en el norte de Nigeria. Se piensa que este es el ataque más mortífero de Boko Haram hasta ahora.
Mientras se celebraba esta manifestación, soldados nigerianos estaban repeliendo un asalto en su país en la ciudad de Maiduguri, que dejó más de 200 muertos y heridos.
Si ha de haber una repetición de los líderes mundiales mostrando solidaridad en un gesto similar al de París, sería de esperar que suceda pronto.
(1) Dazed: revista mensual británica fundada de 1992
[Fuente: thisdaylive.com-Fundación Sur]