La gente oprimida y humillada por causa de la raza o cualquier otra motivo, no puede ser ilegitima, en sus protestas y lucha proporcionada, por su liberación.
El racismo es ilegitimo. Toda opresión sobre otro ser humano es ilegitima. Las personas oprimidas por su raza y otros motivos, deben decidir la mejor manera para escapar del trato inhumano.
Hablar sobre las diferentes razas no divide a la gente. Lo que divide es el racismo mismo. La experiencia más violenta que una persona puede padecer en Sudáfrica y en otros países, es por causa del racismo. Trabajar excesivas horas a media paga es explotación.
Cuando blancos en Sudáfrica acusaban a las personas negras de ser perezosas, es racismo. Cuando un grupo étnico recibe trato preferencial sobre otras etnias, es racismo.
Cuando personas de una raza toman decisiones sobre las tierras, escuelas y trabajos, que la población de otra raza debe ocupar y acatar, eso es racismo.
Los ciudadanos oprimidos por su raza, tienen derecho a una legítima protesta y liberación. Si un gobierno no asegura los servicios sociales necesarios a cada ser humano, entonces es ilegitimo. Los poderosos que oprimen a los débiles no pueden pretender legitimidad.
Los oprimidos por los poderosos tienen derecho a buscar la mejor manera de superar tales opresiones que deshumanizan.
Las personas empobrecidas, hambrientas y desterradas, deben emprender los procesos necesarios para llegar a una legítima y digna liberación.
Toda violencia es deshumanizante. Toda opresión es injusta. Todo racismo es inhumano.
Pedro Mzileni
Fuente: Pambazuka News. (Editado por AFS)
[Fundación Sur]
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