Alemania se acerca a la fecha límite (2024) para retirar a sus soldados de Malí, a la vez que los yihadistas afiliados al grupo Estado Islámico logran un avance significativo para tomar Tidermene, en la zona sureste del país, aislando aún más Menaka, la capital regional.
La retirada de Alemania fue impuesta por las nuevas realidades que se viven en Malí bajo el liderazgo de la junta militar. Sin embargo, durante la visita conjunta del contingente alemán de la Misión de Mantenimiento de la Paz de la ONU (MINUSMA) en Gao, el ministro de Defensa, Boris Pistorius, y la ministra de Desarrollo, Svenja Schulze, aseguraron que la retirada de las tropas no significa poner fin a la ayuda al desarrollo. Pistorius destacó la importancia del contingente alemán, especialmente para las misiones de reconocimiento, pero agregó que este compromiso “no ha sido posible en la práctica durante algunos meses”.
El anuncio de la retirada alemana de Malí para mayo de 2024 ocurrió justo cuando las autoridades informaron de la caída de Tidermene, tras meses de lucha del Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS) para apoderarse de la aldea nororiental de unos pocos miles de habitantes. Por lo tanto, todas las principales subdivisiones administrativas de la región están ahora bajo el control del grupo islamista que, según los informes, “distribuye el corán a la población moviéndose por la ciudad con armas”, según un funcionario electo local. Los expertos creen que los yihadistas ocuparon el vacío que quedó cuando las fuerzas francesas se retiraron el año pasado.
Fuente:The North Africa Post
[Traducción y edición, Itzá Camacho de Domingo]
[CIDAF-UCM]
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