Las trampas del M23 y las treguas cínicas de Kinshasa

23/11/2012 | Opinión

Por Jean-Pierre Mbelu, analista político.

Nuestros compatriotas enviados al frente para luchar contra el M23 tuvieron que obedecer a las órdenes que les invitaban a repetidas treguas. Y esto, según algunos testimonios, cada vez que tomaban ventaja sobre el M23. Justo después de esas treguas, la situación se volvía contra ellos. Debían elegir entre la muerte, la huída o la rendición. Estudiando esta cuestión más de cerca, “las minorías organizadas y activistas” se dan cuenta de que los acuerdos firmados secretamente entre Kinshasa, Kigali y Kampala dan aún más frutos. La humillación de nuestros compatriotas y el saqueo de las materias primas de nuestro país, al igual que las tentativas de su desmigajamiento siguen su alegre caminito. A pesar de los discursos oficiales sobre el respeto de las fronteras heredadas de la colonización. Y el M23, como buen movimiento oportunista, nos tiende trampas, haciéndonos creer que lucha por el orden democrático y contra el atraco electoral, al cual participó el Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP).

Cuando el domingo 18 de noviembre del 2012, se encuentra (oficialmente) a las puertas de Goma, el M23 formula sus reivindicaciones e insta al gobierno de Kinshasa a negociar con él a la luz del día en 24 horas, bajo amenaza de ocupar la ciudad. Algunos días antes de la cínica escenificación del intercambio de tiros entre el M23 y el ejército congoleño (FARDC), uno de sus miembros pasó por Bruselas y concedió una entrevista a Amba Wetshi (congoindependant).

Le dijo lo siguiente, entre otras cosas: “El M23 lucha por el advenimiento de un orden democrático legal en el Congo. Sabemos que el Sr. Etienne Tshisekedi wa Mulumba fue elegido por el pueblo congoleño. Kabila le robó su victoria. De momento, la primera exigencia del M23 es la de volver al orden democrático tal y como ha sido expresado por los ciudadanos. Y usted sabe tan bien como yo que no será por el diálogo o a través de vociferaciones en Internet que podremos echar a Kabila. Este tiene un ejército y calabozos. Eugène Diomi Ndongala sabe algo de eso. Para poder echar a Kabila, hay que tomar las armas. Es una cuestión de equilibrio de fuerzas. Es en todo caso lo que hace que el M23, que se ha adueñado de una parte del territorio nacional para servir de base de lanzamiento al combate. El M23 avanzará hasta que este Señor abandone el poder”.

Aunque M. Baleke (Doctor en Filosofía) sostenga que está contra el dogmatismo y la pragmática, no nos dice cómo el orden democrático va a tomar la iniciativa por encima de las reivindicaciones que sostuvieron la creación del M23/CNDP-MP desde Rwanda en el mes de mayo del 2012. Eso en primer lugar. En segundo lugar, el Sr. Stanislas Baleke rechaza el diálogo que sus colegas han reclamado cuando llegaron a las puertas de Goma. Y eso con el gobierno de Kabila que “robó la victoria” a Etienne Tshisekedi, según sus propias palabras. (Y ese robo fue facilitado por las tropas del CNDP que abarrotaron y se llevaron las urnas como en el 2006).

En esa entrevista, M. Baleke se burla de nuestras “vociferaciones en Internet” y cree que la única voz para derrocar al poder de Kinshasa es tomar las armas. ¡Actúa como si no tuviéramos ningún recuerdo del uso que hizo la AFDL (Alianza de las Fuerzas Democráticas para la Liberación del Congo) de las armas para echar a Mobutu, también por parte del RCD (Reagrupamiento Congoleño para la Democracia) para echar a Laurent-Désiré Kabila y por parte del CNDP para que Joseph Kabila abandonara el poder! Nos toma a todos por amnésicos.

Y después, miente cuando afirma la independencia de su movimiento respecto a Ruanda. El último informe de expertos de la ONU es más que explícito sobre esta cuestión. Igualmente, su movimiento tiene enlaces históricos con Joseph Kabila. No sólo por que el M23 es una emanación del CNDP, aliado de la mayoría presidencial Kabilista, pero también porque “el jefe” es uno de sus creadores y protectores. Como prueba, cada vez que las FARDC aventajaron al M23, “la alta jerarquía” exigió una tregua. No sólo son nuestros compatriotas militares los que lo atestiguan. Una persona cercana al ex fiscal de la CPI (Corte Penal Internacional) lo dice claramente cuando, al hablar del caso de Ntaganda, uno de los miembros fundadores del M23, escribe: “Cuando el Sr. Kabila enumera las “cien razones” para arrestar al Sr. Ntaganda, intenta dar garantías a la “Comunidad Internacional”, sin poner en práctica esta medida. Y sin embargo, nadie ignora su lugar de veraneo en Gisenyi (Ruanda) y en Goma (RDC), donde responsables de la MONUSCO (Misión de la ONU en RDC) se lo cruzan regularmente sobre las canchas de tenis en el hotel Ihusi. Tras la declaración presidencial, tiene todo el tiempo para huir a Masisi (RDC), donde, rodeado, aprovechará una tregua asombrosa para partir de nuevo hacia Ruanda”. Y cuando Stanislas Baleke confiesa que Ntanganda no tiene nada que ver con el M23, miente una vez más. Ese movimiento fue creado por “Terminator” [Bosco Ntaganda] y Laurent Nkunda con el apoyo de Paul Kagame después de esta huída (incluso oficiosamente pronto). Juan Branco lo atestigua cuando escribe: “Fundará (en Ruanda) el M23, el 6 de mayo (2012), con el Sr. Laurent Nkunda, él también inculpado por la CPI, y con el Sr. Sultani Makenga, su antiguo apoyo de campo, convertido en la vitrina legal del movimiento [2]”.

¿Por qué se creó el M23? Para cumplir los mismos objetivos que la AFDL-PPRD, el RCD y el CNDP: facilitar el saqueo de las materias primas desde el este de nuestro país hasta Ruanda, a sus aliados occidentales y sus multinacionales. Y “aunque desmienta toda implicación en la crisis, el presidente ruandés se involucra decididamente. Tributario de la explotación ilegal de recursos naturales de los dos Kivus y del Ituri, que pesan casi un cuarto sobre el producto interior bruto del país (…). Sostiene a escondidas la creación del M23 en el mes de febrero (2012), acogiendo a sus responsables y aprovisionándoles con hombres y material [3]”. Todo esto es hoy un secreto a voces. ¿Pero por qué no es sancionado ni por la UE ni por la Comunidad Internacional? Por razones evidentes que varios de nosotros conocemos y que Charles Onana redujo a tres parámetros. “El primero releva del despliegue de lobbies pro tutsi en Bruselas, en particular en el seno de la Unión Europea. El segundo se trata del apoyo oficial acordado al régimen de Paul Kagame por Estados Unidos y Gran Bretaña. El tercero está fundado esencialmente sobre el papel de sub-contrata confiado secretamente por multinacionales poco escrupulosas y algunos grupos mafiosos al régimen de Kigali [4]”. Añadamos que bajo el punto de vista del pensamiento, en Occidente, un trabajo de hormigas está siendo llevado a cabo desde el siglo XIX para reemplazar los valores humanistas de las “Luces” (igualdad, libertad, solidaridad, fraternidad, democracia, etc) por valores neoliberales (desreglamentación, liberalización, privatización, libre-mercado, indivualismo, atomización, etc) con las desigualdades y violencia estructural que se deriva de ello. Occidente querría acabar de una vez por todas con la democracia [5].

Cuando, al margen de este basamento neoliberal y mafioso, el M23 afirma que está a favor del advenimiento de la democracia y de un Estado de derecho, miente. Tiende una trampa a los compatriotas más débiles y manipulables, ignorantes y tanatófilos (amantes de la muerte).

¿No es por tanatofilia y por ignorancia que algunos compatriotas y otros miembros del África de los Grandes Lagos aceptan ir al frente del cínico teatro organizado por Kagame, Museveni, Ntaganda y Kabila (y sus padrinos) para servirse de carne de cañón mientras ellos llevan una vida padre en sus castillos dorados? Estos cuatro señores no están nunca en guerra entre ellos. No. Firmaron acuerdos para entregar al África de los Grandes Lagos a los depredadores de todo tipo. (Recordemos sus fotos en el salón de Museveni en Kampala). Caer en la débil trampa del M23, es reeditar la estupidez de la AFDL [Alianza de Fuerzas Democráticas para la Liberación de Congo].

Es verdad. Mata y saquea. Roba y animaliza a nuestros compatriotas. Pero si no nos juntamos como un sólo hombre contra los aventureros de este movimiento, no irán más lejos que las ciudades y pueblos que les permiten tener a Ruanda, Burundi y Uganda como retaguardias.

De todas formas, toman a los más despiertos de nosotros por imbéciles. Tras haberse infiltrado en las instituciones y las estructuras de estado del país por la AFDL-PPRD-CNDP-RCD, necesitan esclavizarnos a cualquier precio en la tierra de nuestros ancestros aumentando sus filas. ¿Vamos a sucumbir a estas trampas o aceptaremos luchar, resistir o morir dignamente? Ese nos parece uno de los desafíos de la actualidad. Otro es el de luchar con todas nuestras fuerzas para poner en fuera de juego a todos “los caballos de Troya” del orden neoliberal. Necesitamos reemplazar urgentemente al sistema neoliberal que nos mata por otro más humano. Este desafío es inmenso. Llevarlo a cabo llevará mucho tiempo e implicará una revolución cultural congoleña (y panafricanista).

Mbelu Babanya Kabudi


[1] Questions directes Stanislas Baleke, sur http://www.congoindependant.com/article.php?articleid=7650

[2] J. BRANCO, Un demi-million de réfugiés depuis le moi de mai. Qui veut vraiment la paix au Congo?, dans Le Monde diplomatique, Novembre 2012, p. 13.

[3] Ibidem.

[4] C. ONANA, Europe, crimes et censure au Congo. Les documents qui accusent, Paris, Duboiris, 2012, p. 136.

[5] S. GEORGE, «Cette fois, en finir avec la démocratie.» Le rapport Lugano II, Paris, Seuil, 2012. La lucha contra la Democracia data de los años 60 comose testimonia en un libro publicado por los miembros de la Trilateral, titulado La crise de la démocratie. Volveremos a este tema en un futuro artículo.

Publicado en INGETA, el 21 de noviembre de 2012.

Traducido para Fundación Sur por Juan Ramos Peris.

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster