Las Teleco en África. Por Antonio Molina

14/07/2009 | Bitácora africana

“CONEXIÓN AFRICANA”

¿Quién no ha visto por la calle a un subsahariano pegado a su móvil hablando a gritos en una lengua extraña? Otras veces los vemos salir o entrar en los locutorios. Y es que los africanos son personas de cultura oral. Tanto como les cuesta escribir una carta, les gusta coger el teléfono móvil y ponerse a conversar…Porque el subsahariano no llama sólo para dar un recado. Antes de tratar el asunto importante, pasará la mitad del tiempo preguntando como están todos los miembros de la familia y como se encuentran el caballo, el asno o el buey, si los tiene y si no, se interesará por las vacas, las cabras o las ovejas…hasta llegar a las gallinas, al perro o al gato.

Las gentes de Palestina contemporáneas de Jesús deberían parecerse a estos africanos, pues el Maestro dio este consejo a los discípulos enviados en misión: “No os detengais a saludar por los caminos…”

Desde luego el teléfono móvil es uno de los inventos, que más aprecian los africanos. La prueba es que hacen todo lo posible para poseer uno. Mediado el siglo XX pasó algo parecido, pero en menor escala, con las radios transistores En todos los mercados encontramos puestos de Telefonía Móvil: Allí, todo se repara, todo se recicla, todo se prueba, todo se libera y todo se vende. Teléfonos de primera generación aún funcionan por aquellas tierras.

UNA VERDDERA REVOLUCIÓN

En Europa, la Telefonía Móvil (TM) ha mejorado y complementado un servicio ya existente: la Telefonía Fija. En África, la TM está cambiando el rostro del continente. En la era colonial se desarrollaron apenas las redes urbanas, pues tender líneas aéreas con postes, para cubrir grandes distancias a lo largo de pistas o carreteras, era invitar a los ladrones a robar kilómetros de cable. Recuerdo que en Mozambique había una profesión parecida a la de los antiguos peones camineros, eran los “guardahilos” – guardafíos, en portugués-, que vigilaban un cierto número de kilómetros de las líneas telefónicas.
Por esta causa hubo instituciones oficiales y grandes compañías coloniales, como las mineras, que como la Policía tenían redes privadas de TSF (Telefonía sin hilos), que consistía en una serie de radioteléfonos o emisoras de radio de ondas cortas (como las de los radio aficionados) que comunicaban con un puesto central. Con el pasar de los años, en algunos países grandes, como el Congo (ex Zaire), cada diócesis tenía “la Fonía” y las misiones comunicaban con el puesto central del obispado. Así se daban las noticias importantes, se convocaban las reuniones, se evacuaban a los enfermos o se solicitaban medicamentos…

El poseer ahora una infraestructura móvil en muchos países es porque es la única realizable, con un gasto no muy elevado y que se amortiza relativamente con rapidez dada la gran aceptación del público. Como la TV, la TM funciona a base de antenas y repetidores aislados, aprovisionados en energía solar con paneles fotovoltaicos y algunas centrales que coordinan y distribuyen el servicio. Si a esto se une la cobertura de algún satélite, se produce la comunicación mundial.

Según encuestas de la Universidad de Bonn (Alemania) entre 2000 y 2005 África pasó de 8 millones a 100 millones de usuarios de TM. Hoy en 43 estados de un total de 53, hay más teléfonos móviles que fijos.
Según la UIT – Unión Internacional de Telecomunicaciones-, el campeón de este “boom” de la TM es Suráfrica, que en 2006 poseía 34 millones de teléfonos móviles, cuando en septiembre de 2001, sólo tenía 9 millones. En Botswana, país enclavado en Suráfrica, casi un 40% de la población posee un teléfono móvil.

La industria de la TM en África se beneficia de una increíble ventaja. Los TM son necesarios dada la precaridad y escasez de las redes fijas. Por otro lado, en muchos países, durante los conflictos armados, las líneas de comunicación fueron destruidas. Después de las independencias, los gobiernos se encontraron con el elevado coste de las inversiones necesarias y las dificultades de tendido y conservación de las líneas, que atraviesan territorios semidesérticos, florestas y sabanas. Yo he visto líneas colgadas de las ramas de los árboles, sin postes…

FACILIDAD DE COMUNICACIÓN

Desde hace algunos años, la TM se ha convertido en el principal medio de comunicación. Muchos africanos poseen un TM, que utilizan para las más variadas actividades, desde el periodismo hasta los servicios financieros, pasando por la meteorología, los servicios sanitarios y hasta la gestión de negocios y mercados…El móvil evita largos y peligrosos viajes, para obtener alguna información necesaria, sea para el trabajo, el estudio o la comunicación.
Yo recuerdo, que en mis años de misionero tanto en Mozambique, como en Burkina Faso, tenía envidia de los policías, que poseían en sus vehículos, coches o motos, los radioteléfonos. ¡Cuántas veces había que mandar una estafeta en bici, para convocar una reunión o llevar algún mensaje importante!
Hoy día, cualquier persona que quiera emprender alguna actividad comercial o empresarial o todo trabajador autónomo debe comenzar por adquirir un TM. Muchas compañías de telecomunicaciones hacen grandes inversiones en redes de antenas para multiplicar el número de abonados y los gobiernos y organismos de desarrollo (ONG’s y otros) consideran la TM un elemento básico para un desarrollo duradero.

LA “BRECHA DIGITAL”

En estos países económicamente subdesarrollados sobresale precisamente el programa de la ONU, conocido como “MILLENNIUM VILLAGES”, que se plantea extender las redes de TM a aquellas zonas que no son consideradas rentables por las multinacionales de telecomunicaciones, ya que no garantizan una amortización rápida de las inversiones.

Esta iniciativa, que cuenta con la colaboración de la Universidad de Earth Institute de Columbia, se inició en 2004 en Saurí (Kenia) y prevé que este año sería posible dotar a 79 aldeas situadas en Malí, Senegal, Uganda y Etiopía, de redes de TM, que podrían mejorar la calidad de vida de los campesinos de estas áreas, que con frecuencia no tienen acceso a los servicios básicos sociales como la salud, el agua potable o la energía eléctrica.

LA TM ES UN PODEROSO MEDIO DE CRECIMIENTO

La utilización de las comunicaciones móviles es un importante vehículo de crecimiento económico, especialmente en las regiones remotas del interior, donde la posibilidad de comunicarse es vital.
Según la Escuela de Negocios de Londres, un 10% de la implantación de la TM es capaz de empujar el crecimiento anual de un país un 0,6%, dado que en esas regiones en vías de desarrollo, los TM representan la única estructura disponible capaz de mejorar la productividad.

Por hoy nos quedamos con los TM, capítulo aparte merece el estudio de la introducción y difusión de la Internet.

CAMPEÓN DE INVERSIONES

La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) realizó un estudio en agosto de 2008, donde concluye que las inversiones en este sector, en el conjunto de los países de África, pasaban de 8.000 millones de $ USA (unos 5.000 millones de €), mientras que hace 5 años, en 2003, solamente se invirtieron 3.500 millones de $ USA. La parte del león se la llevan los TM, cuyo número de usuarios se multiplicó por cinco en ese quinquenio de 2003 a 2008.

INTERNET AÚN ES UN LUJO

Las últimas estadísticas disponibles son de 2006. Entonces sólo el 4% de los africanos tenía acceso a la red. Mientras que en los países en vías de desarrollo la media es del 9,5% y en los países desarrollados sube al 50%.

Además, por imperativos técnicos, más del 70% del tráfico de Internet en África pasa por líneas situadas en otos continentes, para después retornar al continente africano. De este proceder se deduce que los costes son muy elevados para los cibernautas locales. En casi todos los países africanos, en particular en los subaharianos, el acceso a Internet sobrepasa aún la renta per cápita. Así, mientras un estadounidense medio paga 20$ US mensuales para disponer de 1GB de datos, el africano para la misma cantidad de datos tiene que pagar la exorbitante suma de 1.800 $ US! ¿Por qué esta diferencia? Porque el número de líneas disponibles en África es muy escaso.

ESCASEZ DE INFRAESTRUCTURAS

El único cable de fibra óptica submarino, que une la mayor parte de los países africanos con el resto del mundo, tiene el triste privilegio de ser el más caro del planeta y contribuye a elevar el coste de la banda ancha en África. A esto hay que acrecentar el precio elevado de las infraestructuras, que repercuten en el precio final de una línea telefónica, sea de voz o de datos.

RITMO DE CRECIMIENTO MENOR

Las modernas tecnologías inalámbricas y móviles, que pueden garantizar el acceso a Internet en banda ancha están creciendo a un ritmo más lento, que en el resto del mundo. Por eso menos del 1% de los africanos puede tener acceso a la red con una línea particular. De todos modos, y en 2006, África superaba el millón de servidores en Internet. Es todo un record, si consideramos que las conexiones a la red no aumentaron al mismo ritmo que en el resto del mundo. Algunos países, como Marruecos, Senegal, Costa de Marfil, Tanzania y Sudán triplicaron los accesos a Internet en los últimos años.
El informe anual de Research and Markets confirma la lentitud de estos progresos, aunque van creciendo de año para año.

LOS CIBERCAFÉS PROSPERAN

Debido a la escasa difusión de los ordenadores privados y de las líneas telefónicas terrestres, la mayor parte de los usuarios utiliza los ciber-cafés, los centros telefónicos, los locutorios, las escuelas, los quioscos y las instituciones públicas del Estado. El servicio que más utilizan los africanos, ante la inexistencia o el mal funcionamiento de Correos, es el correo electrónico hacia el exterior. El número de “emilios” que parten de África para los cuatro ángulos del planeta es inmenso. Quizás sea éste el servicio que se puede poner en paralelo con la telefonía móvil y ciertamente los que más beneficios a corto plazo pueden aportar a África.

CONCLUSIÓN

Esperamos que a pesar de la crisis reinante, las instancias internacionales encuentren los fondos necesarios para reparar este atraso de las Telecomunicaciones en el Continente Africano y que pronto sea una realidad la extensión del proyecto de la India de producir el ordenador familiar barato, que ponga los servicios básicos al alcance de un numeroso público.

Autor

  • Antonio José Molina Molina nació en Murcia en 1932. Desde 1955 es Misionero de África, Padre Blanco, y ya desde antes ha estado trabajando en, por y para África. Apasionado de la radio, como él relata en sus crónicas desde sus primeros pasos en el continente africano, "siempre tuve una radio pequeña en mi mochila para escuchar las noticias". Durante septiembre 2002, regresa a Madrid como colaborador del CIDAF. En octubre de 2005 aceptó los cargos de secretario general de la Fundación Sur y director de su departamento África. Antonio Molina pertenece -como él mismo dice- a la "brigada volante de los Misioneros de África", siempre con la maleta preparada... mientras el cuerpo aguante.

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