Las subvenciones a los combustibles en África, por Bartolomé Burgos

27/03/2018 | Bitácora africana

Los datos que ofrecemos están tomados de un artículo de José María Mella.

Las subvenciones a los combustibles suponen una pesada carga para los gobiernos africanos. Subvenciones, que por otra parte, se necesitan para aliviar la pobreza en África.

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¿Favorecen a los ricos las subvenciones a los combustibles?

Las subvenciones a los combustibles aumentan la desigualdad y la pobreza. Al consumir más energía, las familias ricas reciben más subvenciones que las pobres. El grupo social de mayor renta recibe más de seis veces (46%) en subvenciones que el de menor renta (7%). Este desigual reparto es incluso mayor en la gasolina y el gas. En el caso del keroseno, a pesar de la importancia que tiene en la cesta de la compra de las familias pobres, las subvenciones siguen jugando a favor de la población con mayores ingresos (25% frente al 14%).

¿Entonces, porqué mantienen los gobiernos dichas subvenciones?
Los gobiernos se resisten a eliminar las subvenciones, justificando tal decisión por los negativos efectos que tendría el aumento de precios de los combustibles: causarían prejuicios sobre las rentas más bajas al aumentar los precios y crearían el descontento social.

Si aumenta el precio del petróleo, ¿disminuye su consumo?

Se calcula que un aumento de 0,25 dólares por litro de petróleo reduce el consumo global en un 5% en los países del África subsahariana. Aunque la proporción varía según países. En países con amplias zonas rurales donde se consume mucho queroseno para la iluminación, la cocina y el transporte, y con bajo acceso a la electricidad, el impacto sería mayor. Po ejemplo en Ghana asciende al 17%.

¿Quiere esto decir que la subida del precio del queroseno tendría mayor impacto que el aumento del precio de la electricidad?

Así es. En los países del África subsahariana, el consumo de productos energéticos, en particular, el keroseno, tiene un enorme peso en la economía de las familias. La subida del precio del queroseno tendría un impacto directo en las familias entre dos y cuatro veces mayor que el que provocaría un aumento del precio de la gasolina, el gas y la electricidad. Además el queroseno es más caro en las zonas rurales (hasta un 35% por litro que en las urbanas. En las zonas rurales viven la mayor parte de los pobres.
Por consiguiente las subvenciones universales son costosas para los gobiernos y no protegen a los más pobres

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Autor

  • Bartolomé Burgos Martínez nació en Totana (Murcia) en 1936. Sacerdote miembro de la Sociedad de Misiones de África (Padres Blancos), es doctor en Filosofía por la Universidad Gregoriana de Roma, 1997. Enseñó filosofía en el Africanum (Logroño), en Dublín y en las ciudades sudanesas de Juba y Jartum. Fue fundador del CIDAF (Centro de Información y Documentación Africana) a finales de los setenta, institución de la que fue director entre 1997 y 2003.

    Llegó a África con 19 años y desde entonces ha vivido o trabajado para África y ha visitado numerosos países africanos. De 2008 a 2011 residió en Kumasi, Ghana, donde fue profesor de filosofía en la Facultad de Filosofía, Sociología y Estudios Religiosos de la Universidad de Kumasi. Actualmente vive en Madrid y es investigador de la Fundación Sur.

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