Las pruebas de virginidad forzosas en Kwazulu Natal, (Sudáfrica) son ilegales y ofensivas

9/02/2016 | Crónicas y reportajes

Los medios de comunicación impresos y las redes sociales han sido repetitivos con la decisión del distrito de uThukela, en la municipalidad de Kwazulu Natal, de poner en marcha un plan de becas para niñas siempre que éstas sean vírgenes.

Durante la última semana, los debates públicos se han centrado en las posibles contradicciones entre los derechos constitucionales con respecto a los derechos culturales, y los derechos que tienen como objetivo proteger a las mujeres y a las niñas de la discriminación y la violencia. El debate en sí mismo proporciona una visión en las complejidades de la sociedad sudafricana. Atajar estas complejidades con el fin de fortalecer los derechos de las mujeres y niñas requiere diálogo y el compromiso entre los diferentes grupos de interés. Dicho esto, me gustaría centrarme en las implicaciones de las denominadas «becas para doncellas» para mejorar la vida de las mujeres y las niñas en Sudáfrica.

Como han dicho aquellos que se han manifestado a favor de esta «beca’,» la Constitución de Sudáfrica protege los derechos culturales. La protección de los derechos culturales se incluyó en la Constitución, debido al ataque sistemático de las formas de vida africanoindígenas por las leyes del colonialismo y el apartheid. La protección constitucional de los derechos culturales no da el poder para establecer una norma que perpetúe las prácticas, de cualquier naturaleza, que puedan apoyar la discriminación y la violencia contra las mujeres y las niñas. De hecho, la Declaración de Derechos fue diseñada para deshacer un legado de prácticas discriminatorias que llegaron hasta nosotros incluso a través de las leyes coloniales. Es importante recordar que en la era del apartheid los ataques contra los cuerpos de las mujeres no se derivaban de la ley o la costumbre africana, sino que se derivaban directamente de normas y leyes de países europeos cuyos marcos legales heredamos. El marco constitucional que han desarrollado las prácticas discriminatorias está fuera de la ley, independientemente de su origen.

cartel_virginidad.jpgEs por esta razón, por lo que la Constitución Sudafricana, con respecto a los derechos culturales, incluye un punto que establece que ninguna persona o institución que ejerza los derechos culturales puede hacerlo de una manera que sea inconsistente con alguna disposición de la Carta de Derechos. Es en este contexto en el que la sociedad sudafricana debe comprometerse en una discusión adecuada y detallada sobre cómo podemos asegurar que los derechos culturales son respetados y se practican en línea con la constitución y las leyes. Esto incluye el observar todas las prácticas nocivas para las mujeres y las niñas. Esto también implica analizar, de manera exhaustiva, cuestiones tales como las pruebas de virginidad, los rituales para las viudas, el planchado de senos y prácticas como la «limpieza» después de la circuncisión masculina, la circuncisión masculina en sí misma, la caza de brujas y demás prácticas que pueden ser discriminatorias y perjudiciales.

Los comentarios sobre las denominadas «becas para doncellas”, se sitúan por tanto en el debate sobre las prácticas nocivas contra mujeres y niñas Esto no es exclusivo de Sudáfrica, son las características de las prácticas patriarcales en todo el mundo.

Por todo el mundo han continuado, sin cesar, las pruebas de virginidad a pesar de las leyes y políticas que hace de ellas una práctica ilegal. Esto incluye a miles de niñas sometidas a pruebas de virginidad en toda África meridional, incluida Sudáfrica. Los argumentos de aquellos que buscan defender la práctica de las pruebas de virginidad es que es una estrategia para reducir el VIH/SIDA y el embarazo adolescente. Estos argumentos son, en el mejor de los casos, una pantalla para ocultar conveniente prácticas patriarcales que sirven para oprimir a las mujeres.victoria_virginidad.jpg

Las pruebas de virginidad no son sólo un problema africano, es un componente más de las prácticas nocivas con vocación de subyugar la integridad corporal de las mujeres. Es un complemento de otras prácticas nocivas como la mutilación genital femenina, práctica guiada por la ideología de que el sexo para las mujeres deberes no debe ser placentero, sino estar exclusivamente destinado a la procreación. En la mayoría de los casos las pruebas de virginidad son ineficaces, faltas de higiene y una violación grave de los derechos humanos de una niña. Además de no ser una medida fiable de la virginidad, ya que el himen de la mujer se puede deber a otros factores que no tienen nada que ver con el sexo. En el contexto de Sudáfrica, donde muchos primeros encuentros sexuales no son deseados, las mujeres pierden su virginidad al ser asaltadas sexualmente de forma violenta. A pesar de todo esto hay un gran estigma que acompaña a las chicas que no superan la prueba de la virginidad.

Esto se traduce en poner la salud de las niñas en peligro a través de incurrir en prácticas conocidas como «salvar la virginidad». Esto incluye la inserción de objetos para tratar de dar la impresión de un himen intacto. Las mujeres y niñas de clase media, en lugares como Egipto, tienen la oportunidad de someterse a una cirugía reconstructiva del himen. Tal es el estigma asociado a no ser virgen en los países patriarcales. Los pobres en Sudáfrica no tienen esta opción. Según los médicos, este hecho tiende a aumentar el sexo anal sin protección, que, a su vez, aumenta el riesgo de contraer el VIH/SIDA.

becas_doncellas.jpgLa prevención del VIH se realiza mejor a través de medidas probadas como la educación sexual integral, el acceso a formas de barrera doble de anticoncepción y estrategias para reducir los encuentros sexuales forzados. En suma, la mejor manera de luchar contra el VIH/SIDA es capacitar a las mujeres y a las niñas pero no a través de prácticas que son, de hecho, equivalentes a un delito sexual.

La Ley de delitos sexuales penalizada todas las formas de penetración sexual forzada. Esto incluye la penetración digital. La naturaleza abusiva de las pruebas de virginidad es la razón por la que la Ley de la Infancia la considera ilegal para niños menores de 18 años. Aparte de la Ley de la infancia y de la Ley de delitos sexuales, la Constitución de Sudáfrica tiene algunas medidas más que hacen que esta práctica sea ilegal. La Constitución de Sudáfrica establece que todos tienen el derecho a la integridad física y psicológica, que incluye los derechos para tomar decisiones sobre la reproducción y para la seguridad y el control sobre su cuerpo. Por otra parte, la Constitución ensalza el derecho a la dignidad y previene que ninguna persona puede ser sometida a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.

Además de la Constitución de Sudáfrica, existen instrumentos internacionales de los que Sudáfrica forma parte El Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD), la Carta Africana de Derechos Humanos y la Declaración Universal de Derechos Humanos. Sudáfrica ha sido siempre un defensor clave en la erradicación de todas las prácticas perjudiciales para las mujeres y las niñas.

Legalidades aparte, si estamos comprometidos a desmantelar el patriarcado, en todas sus formas, y la discriminación y la violencia que lo acompaña, debemos estar comprometidos a terminar con todas las prácticas nocivas contra mujeres y niñas. Por supuesto la legislación no es suficiente para conseguirlo.

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