El gobierno de Senegal ha decidido suspender los acuerdos de residencia de todas las organizaciones no gubernamentales que ofician en el país para «limpiar» el sector y hacer que la clasificación, según fuentes oficiales.
«Como estado, debemos estar informados y saber quién es quién y quién hace qué», dijo el primer ministro Souleymane Ndiaye Ndéné citado en el 15 de septiembre 2011 la edición de Le Soleil (pro-gobierno). En total, 600 ONG y de las que 80 son internacionales van a cambiar de tutela, pasando del Ministerio de Familia al Ministerio del Interior, según el diario.
Esta decisión se anunció mientras que varias organizaciones no gubernamentales están involucradas con la oposición y otras organizaciones de la sociedad civil en la lucha por el respeto a la Constitución y en contra de la candidatura del presidente Abdoulaye Wade para un tercer mandato.
Los cientos de organizaciones no gubernamentales registradas en el país, de las que la gran mayoría disfrutan de beneficios fiscales y privilegios en virtud de su «acción para el desarrollo», a partir de ahora tienen que presentarse al Ministerio del Interior, concretamente ante la dirección de la Administración General y Administración Territorial, Dagat, “para revisar su situación administrativa”, según Le Soleil que explica que si las autoridades senegalesas están convencidas de que la acción de ciertas organizaciones es beneficiosa, otras, por el contrario, constituyen una nebulosa.
Para algunos observadores, una decisión así, a seis meses de unas elecciones, conlleva un alto riesgo de no ser más que un pretexto para amordazar a las organizaciones de defensa de los Derechos Humanos, ya muy activo en el campo político. Muchas organizaciones, especialmente aquellas especializadas en la defensa de los derechos humanos, han tomado recientemente una posición firme contra los excesos del poder actual, principalmente en contra de la voluntad de Wade (85 años) de participar en las elecciones.
El Presidente de la Asamblea Africana para la Defensa de los Derechos Humanos (RADDHO), una ONG panafricana con sede en Dakar, Alioune Tine, muy crítico con el régimen, sufrió una agresión el 23 de junio de 2011. Ese día, miles de senegaleses salieron a las calles en masa para protestar contra otro proyecto de reforma constitucional, haciendo retroceder el presidente Abdoulaye Wade. El evento fue interpretado por los analistas como una victoria para la «sociedad civil senegalesa» en cuyas filas se incluyen varias organizaciones no gubernamentales.
Fuente: Ouestafnews, 15-09-11.
Traducción de Lamine Beye senegalés residente en España.