Las mujeres sudafricanas deben luchar por una energía 100% renovable

25/11/2015 | Opinión

Una energía renovable 100% en África del Sur será un gran bien para todos, especialmente para las mujeres.

En la reciente conferencia sobre Energía Renovable celebrada en Cape Town llamó la atención que uno de los encuentros paralelos con participación de una mayoría de mujeres estuviera centrado en la electrificación de las zonas rurales. Ciertamente, la necesidad de la electrificación rural es de particular urgencia para las mujeres.

El calentamiento global es quizás la mayor expresión de patriarcado. Es un resultado inevitable de una estructura de poder que ha mantenido a los hombres, sobre todo hombres blancos ricos y de clase media, como un sujeto pensante mientras que los demás, incluida la naturaleza, son objeto de explotación.

El cambio climático causado por emisiones de carbón va a tener graves repercusiones, en primer lugar para las mujeres en las zonas rurales de África. Por razones de cultura o en zonas donde los hombres emigran buscando trabajo, las mujeres africanas son las primeras responsables en la producción de alimentos y en procurar la leña y el agua. Todo esto está amenazado por el cambio climático. Por estas razones es muy importante el establecimiento de una economía de energía renovable para evitar la mayor medida posible el cambio climático.

Aunque no existiera el problema del cambio climático la energía renovable sería un factor enormemente positivo para el desarrollo de las mujeres.

En el municipio de Kheis, por ejemplo, en Northen Cape, Sudáfrica, donde el 70% de la población es pobre y sin empleo, se ha establecido en las casas un sistema solar básico que incluye tres bombillas al interior, una al exterior (contribución vital para la seguridad de las mujeres) y un cargador para radio y teléfono.

Los sistemas autónomos, diseñados para operar en forma independiente de la red eléctrica, a veces son considerados como la segunda mejor opción, pero los que los utilizan no están siempre de acuerdo. Estos sistemas son más baratos y cuando la carga afecta a los miembros más ricos de la comunidad los pobres no se ven afectados.

Estos sistemas ofrecen la posibilidad de una utilización precisa que corresponde a la necesidad actual de la gente y a una participación concreta en el desarrollo económico de la comunidad.

“Si no tienes luz en casa no puedes limpiar por la noche. La luz cambia la vida de las mujeres. Se convierte en una comunidad diferente. Les devuelve la dignidad” dice Teresa Scheepers, administradora municipal regional

Otra participante en la conferencia dijo “No he visto ninguna tecnología que tenga un impacto tan positivo en el desarrollo como la de la energía renovable. Esto es así porque el potenciamiento económico de las mujeres tiene un efecto multiplicador mejorando la salud y el progreso de la familia, poniendo las bases para una participación mayor en la economía formal.

panel_solar.jpgNo es solamente en las comunidades rurales marginadas que la tecnología de la energía renovable ofrece nuevas oportunidades a las mujeres. La estructura de nuestra actual economía y, por supuesto, de nuestra sociedad está profundamente ligada a las fuentes de energía de la que dependen.

Las compañías que producen energía de materias fósiles no solamente contaminan el aire y el agua, sin ser penalizadas, cargando los costes de sus sucios métodos sobre los más desfavorecidos, sino que también contaminan nuestras políticas. Los países dominados por las industrias extractivas son notablemente más corruptos. Esto es llamado “la maldición de la extracción”. Está claro, entonces, que si queremos reducir la corrupción, como la de los pagos en dinero negro al Congreso Nacional Africano (ANC) por parte de las compañías, tenemos que reducir, lo más posible, nuestra dependencia de ese tipo de energía. Como las mujeres (según un informe de Unifem de 2008) sufren más que los hombres los efectos de la corrupción, esta reducción en la corrupción traería grandes beneficios para las mujeres.

Como apunta Michael Liebreich, de Bloomberg New Energy Finance, “La energía limpia es, de forma inherente, mas local, más distribuida, más controlada… la revolución actual en la energía llevada a cabo por las nuevas tecnologías puede y debe significar una democratización del poder social y también del eléctrico”. Esto quiere decir que el desarrollo de la energía renovable puede favorecer a las comunidades africanas y a los valores comunitarios, como comunidades situadas en un medio natural y que no se consideran superiores a él, de manera diferente a lo que hacen las compañías capitalistas extractoras de la energía fósil. Dicho de otra manera, la energía renovable nos permite volver a un ritmo más acorde con las posibilidades y limitaciones de la naturaleza.

Siguiendo las protestas de los estudiantes “Fees Must Fall”, para la bajada de las cuotas, los sudafricanos se preguntan cómo podrá el Gobierno financiar nuevos compromisos para la educación superior. Una posibilidad es el ahorro en la importación de petróleo que se puede realizar si reforzamos nuestro compromiso en la obtención de energía renovable al 100% para el año 2050. Esto, según un estudio realizado por el New Climmate Institute, ahorraría 2 millones de euros al año. Además evitaría unas 1200 muertes causadas por la contaminación y crearía 25.000 puestos de trabajo.

El sector global de la energía está dominado por hombres y aunque el emergente sector de energía renovable sigue en gran parte en sus manos, está, en muchas instancias, más abierto a las necesidades de las mujeres.

Si las mujeres se pueden beneficiar en gran manera del objetivo de una energía 100% renovable, debemos asegurarnos de que este proyecto sea adoptado. Debemos luchar por la energía renovable en los negocios, en la política y como consumidores. Tenemos que influir sobre las instituciones que representan a las mujeres, como la comisión de género, para que una su voz a esta llamada. Tenemos solicitar a las mujeres que están en política que luchen por una política nacional de energía renovable más humana y democrática, que será de gran beneficio para ellas y para toda la población.

Yvette Abrahams

Thought Leader

* Dra. Yvette Abrahams es Investigadora asesora del Proyecto 90 para 2030.

[Traducción Jesús Esteibarlanda]

[Fundación Sur]

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster
Por ti, por mí, trabajo decente

Por ti, por mí, trabajo decente

Manifiesto para la Jornada Mundial por el Trabajo Decente del 7 de octubre de 2024 En este décimo aniversario de la iniciativa Iglesia por el...