Las mujeres etíopes luchan contra la mutilación genital

30/07/2018 | Crónicas y reportajes

mgf.jpgLa imagen de Marta Abarra, una joven de amplia sonrisa, recorre hoy portadas en la prensa: no es doctora, ni abogada, ni ingeniera pero, según expertos, podría ser uno de los símbolos del progreso en Etiopía.

La labor de Abarra por más de cinco años en la lucha contra uno de los mayores desafíos de esta nación: la mutilación genital femenina, ha dado resultados: en su cafetería en el sur etíope reúne casi a diario a cientos de chicas enfrentadas a la ablación del clítoris.

Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), este es el segundo país de África con mayor tasa en ese mal, que afectó a 23,8 millones de niñas y está reconocido como una violación de los derechos humanos.

Además, la OMS indicó que secuelas como dolor y hemorragias prolongadas, infecciones, infertilidad, shock y, a veces la muerte acompañan a esa práctica.

A más largo plazo, las féminas enfrentan una vida de desfiguración y una serie de afecciones, que incluyen complicaciones urinarias y con el parto. Menstruación dolorosa, disfunción sexual y problemas psicológicos asociados.

La agencia no gubernamental Oxfam Intermón (OI), especializada en agua y saneamiento, introduce en sus proyectos el componente de género, promueve la igualdad, la formación y la sensibilización para abolir las agresiones contra el sexo femenino: de las bodas forzadas a la ablación.

‘En todos los programas, intentamos incorporar esa perspectiva, lo que nos permite asegurar que los proyectos benefician por igual a todos, y que ellas tendrán pleno acceso y control sobre los recursos y los beneficios que aporten a las comunidades’, apuntó Imma Guixé, directora de OI en Etiopía.

Guixé subrayó que todavía «existen barreras culturales, religiosas y de otros tipos, especialmente en el mundo rural, donde vive el 85 por ciento de la población, que limitan el progreso equitativo».

Una de las cuestiones más preocupantes es la mutilación, prácticamente erradicada en los centros urbanos como Addis Abeba, pero muy extendida y aceptada en el interior.

Como en la aldea de Site, en Woleyta, donde Belinesh, de 20 años, relata el ritual al que las someten cuando son pequeñas: «De madrugada, cuatro mujeres te llevan debajo de un árbol, te cogen por la espalda, te sujetan las piernas y la encargada de hacerlo te corta con una cuchilla. Después te ponen en la herida queroseno para frenar la hemorragia y mantequilla que actúa como barrera protectora».

Los tipos I, II y III se practican dependiendo del área dónde vivan y la edad a la que se realiza. El objetivo es hacerla dócil, que no disfrute del sexo, que solo sea una máquina reproductora.

En realidad sufren con las relaciones sexuales. En unas zonas, consiste en un corte de la parte baja del clítoris a las adolescentes; en otras regiones, como Oromía, extirpan la totalidad y a una edad más temprana, hacia los cinco años, en otras áreas retiran parte de los labios menores y mayores.

Por ejemplo, en la región Somalí, también cierran la vagina mediante sutura dejando sólo una pequeña abertura y cuando se casan les arrancan el hilo.

El Código Penal del 2005 considera delito diferentes tipos de violencia de género. Para el caso de esta variante, fija penas de prisión de un mínimo de tres meses o multas a partir de 500 birrs (20 euros).

Para rapto, violación, forzar a una menor a casarse, las condenas superan los 15 años. El 17 por ciento de las etíopes contestó en una encuesta, citada por ONU Mujer, que su primera experiencia sexual fue obligada.

‘Es una prioridad el trabajo con el sexo femenino, especialmente en las zonas pastoralistas y rurales, ya que consideramos son las poblaciones expuestas a una mayor vulnerabilidad’, subrayó Abarra, la líder del club de muchachas sin mutilar.

Lamentó que ‘la contribución de su sector al desarrollo, pese a ser sustancial, continúa siendo invisible para las autoridades y la sociedad.

Un ejemplo claro lo tenemos en el ámbito agrícola, señaló: producimos el 80 por ciento de los alimentos destinados al consumo doméstico o a los mercados locales pero la gran mayoría no somos propietarias de la tierra.

Fuente: Prensa Latina

[Fundación Sur]


Artículos relacionados:

Jaha Dukureh, activista contra el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina y Embajadora ONU Mujeres para África

10 mujeres afroamericanas que cambiaron la historia de los Estados Unidos

Cifras sobre los derechos de la mujer en África, 10 datos que hacen pensar

Los países africanos aseguran apoyar los derechos de la mujer. Entonces, ¿dónde está el dinero?

Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente

Estas son las mujeres africanas del 2016

¿Por qué las mujeres en África, están tan mal protegidas?

Década para mejorar la situación de la mujer africana, 2010-2020

Derechos Humanos de las Mujeres en África

¿Cuáles son los mejores y peores lugares para ser una mujer en África? ¿Tiene esto algo que ver con la geografía?

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster