De acuerdo con una creencia tradicional que impera en Zambia, una vagina no lubricada es signo de fidelidad. Por dicho motivo, las mujeres en ese país frenan la lubricación natural mediante el uso de hierbas que se introducen por vía vaginal u oral. No obstante, los médicos advierten que algunas de dichas prácticas pueden provocar problemas de salud.
Dora, de 39 años, ha estado casada durante 18 años y atribuye la longevidad de su relación al uso periódico de hierbas tradicionales empleadas para provocar resequedad en los genitales. “Una vagina lubricada transmite una idea equivocada”, comenta. “Si estás lubricada, un hombre pensará que eres promiscua y es probable que te deje por otra”, añade.
Dora comenta que aprendió sobre los métodos para inducir la resequedad vaginal durante las sesiones de terapia tradicional para parejas casadas y su marido nunca se ha quejado de la vida sexual que llevan. “Sé cómo cuidar de mi misma”, dice Dora, que solicitó que se le identificara solo con el nombre.
Las mujeres de este país del sur de África han empleado hierbas para frenar la lubricación natural durante mucho tiempo y manifiestan que dicha práctica satisface a sus parejas. Tradicionalmente, las mujeres se insertaban las hierbas en la vagina, pero los profesionales médicos advierten que dicha práctica puede provocar abrasiones – rasguños y heridas abiertas – durante el coito, lo cual aumenta el riesgo de contraer VIH y otras enfermedades de transmisión sexual. En la actualidad, la mayoría de las mujeres consume hierbas pulverizadas añadiéndolas a la crema de avena u otros alimentos. Dicen que los polvos que se toman por vía oral son igualmente efectivos y no conllevan el riesgo de provocar heridas en el interior de la vagina. Dora, que en una ocasión se introdujo hierbas y cristales salinos en la vagina, confirma que los polvos administrados por vía oral son más efectivos.
Los expertos afirman que el uso de productos que resecan la vagina está difundido en Zambia, si bien hay pocas estadísticas que recaban datos sobre la práctica. Dos tercios de las 812 mujeres zambianas que participaron en un estudio publicado por Psychology, Health & Medicine en 2009 declararon haber utilizado medicinas tradicionales para provocar resequedad vaginal en algún momento de su vida, y alrededor de la mitad aún las emplean. Hay informes que confirman que esta práctica se lleva a cabo en países como Sudáfrica, República Democrática del Congo, Zambia y Zimbabwe.
Los comerciantes que venden las hierbas que resecan la vagina dicen que actualmente las mujeres prefieren consumirlas por vía oral. “La mayoría de los productos que vendemos son polvos que las mujeres mezclan con la crema de avena o con agua caliente”, comenta Josephine Munsaka, que vende dicho tipo de hierbas. “Es muy infrecuente que tengamos clientes que busquen productos que puedan introducirse por vía vaginal. Si las hay, será una de cada veinte clientes.”
La práctica se basa en una falsa creencia de que unos genitales femeninos laxos o húmedos son resultado de mantener relaciones sexuales con frecuencia, comenta un profesional médico. “Desde el punto de vista médico, no existen vaginas laxas o húmedas”, comenta el Dr. Lottie Hachaambwa, especialista en enfermedades infectocontagiosas del hospital universitario de Lusaka. “La vagina está formada por membranas mucosas que secretan fluido durante el coito a fin de lubricarla, lo cual es normal.” “Es posible que los productos que provocan resequedad vaginal parezcan efectivos porque generan inflamación en las paredes vaginales”, comenta Hachaambwa. “Cuando una mujer deja de usarlos, es propensa a contraer infecciones, probablemente debido al uso de dichos productos, lo cual provoca secreciones anormales, A su vez, la presencia de dichos fluidos puede ser motivo para que los vuelva a usar”, añade.
“Las mujeres que presentan secreciones anormales pueden contraer infecciones micóticas, bacterianas o de transmisión sexual”, comenta. “El uso de productos que se introducen por vía vaginal con el fin de resecar los genitales femeninos también puede contribuir a contraer VIH”, añade. “Mantener relaciones sexuales con una vagina que no esté lubricada puede favorecer la contracción de VIH y demás enfermedades de transmisión sexual debido a abrasiones en las paredes vaginales”, comenta Hachaambwa. “Si hay una herida en el tejido, es más fácil contraer VIH”. “Incluso si no hay riesgo de abrasión, una vagina que no esté lubricada puede acarrear otros problemas, dado que los preservativos se pueden romper en ausencia de lubricación”, comenta.
No obstante, algunas mujeres afirman que los productos que resecan la vagina son necesarios para mantener relaciones sexuales saludables. Linda, una mujer de 36 años que pidió que solo se le identificara por el nombre, confiesa que su marido le pidió que usara hierbas porque él ya no disfrutaba del sexo. “Di con un remedio a base de hierbas y el problema se solucionó,” comenta Linda.
Asimismo, Malambo, de 30 años, que también solo identificaremos por el nombre de pila, dice que bebe hierbas para mantener el calor corporal y una vagina más tensa. “Las consumo de vez en cuando porque no estoy casada y solo mantengo relaciones sexuales ocasionalmente,” confiesa. “La realidad es que los hombres creen que una vagina laxa es signo de promiscuidad.” Los hombres prefieren una vagina que no esté lubricada y dicen que, por el contrario, una vagina laxa les quita las ganas. “¿Cómo se supone que pueda disfrutar del sexo si no siento el roce de la vagina de mi mujer?”, pregunta Luka Banda. Para más inri, los consejeros tradicionales para parejas casadas apoyan dicha práctica.
Iris Phiri, coordinadora nacional para la Asociación Nacional de Consejeros Tradicionales de Zambia, afirma que la presión social ha llevado a las mujeres a usar dichas hierbas para evitar que sus maridos las engañen. Phiri comenta que la mayoría de los hombres no se quejan si no disfrutan del sexo, pero buscan satisfacción sexual fuera del matrimonio. “Es deber de una mujer mantener contento a su marido”, comenta. Hasta hace cuatro años, los consejeros tradicionales enseñaban a las mujeres a introducirse hierbas y cristales salinos por la vagina, relata Phiri. No obstante, desde que ha habido más concientización con respecto a las vías de transmisión del VIH, dicha práctica se ha dejado de recomendar. “Recomendamos consumir hierbas por vía oral, comer limones o sencillamente sentarse en agua fría,” comenta Phiri.
Iris Phiri y Prudence Phiri, GPJ,
* Prudence Phiri, GPJ, tradujo algunas entrevistas originalmente hechas en idioma nyanha y bemba.
Global Press Journal
– Enlace de audio: https://soundcloud.com/user-433785369/zambian-women-the-practice-of-dry-sex
