Este año las muertes registradas por malaria en el Chad han sido de 2.057 y unas 780.000 personas fueron diagnosticadas de padecer la enfermedad.
Parece ser que las lluvias tan erráticas alternadas con periodos de sequedad han fortalecido a los mosquitos y al desarrollo de la larva en insectos adultos. Un grupo de expertos de la Salud están tratando de llevar a cabo estudios que confirmen las causas exactas de las infecciones tan altas de este año.
“La hipótesis es que cuando hay periodos de lluvias muy continuos hace que las larvas se destruyan”, ha declarado Marie- Claire Mutanda, el medico coordinador de Médicos sin Fronteras-Holanda en el Chad. Pero lluvias fuertes interrumpidas con largos periodos de sequedad aumenta la población del mosquito, la transmisión y es causa de que los casos de malaria aumenten”.
Las lluvias en el Chad suelen ser durante los meses de Julio a Noviembre. Las regiones de Mayo Kebbi Est, Mayo Kebbi Ouest, Tandjile, Logone Occidental y la capital N´Djamena fueron azotadas seriamente por la infección de malaria. Los casos más numerosos fueron registrados en los distritos de Massakory, Kelo y Am-Timam en el sur del país.
Los expertos han explicado que la epidemia ya ha llegado a su punto más alto y que los casos empiezan a estabilizarse por lo que se espera que los casos empiecen a reducirse muy pronto.
También se tiene la opinión de que el hecho de que el sistema de Salud se haya mejorado en el país hace que los casos puedan diagnosticarse mejor.
La prevención es muy frágil en Chad debido a la información pública tan pobre que se hace. Solo un 10% de niños menores de cinco años utilizan mosquiteras tratadas con insecticidas.
IRIS NEWS
Traducido y editado para la Fundación Sur