Las minorías sudanesas temen que puedan verse expulsadas y acosadas si el sur de Sudán vota a favor de la independencia, en el próximo referéndum, según ha declarado Human Right Watch, el día 22.
En poco más de 100 días, el pueblo de la región del sur productora de petróleo, decidirá si seguir perteneciendo a Sudán o si separarse, en una votación estipulada en el acuerdo de paz firmado en 2005, que acabó con décadas de guerra civil entre el norte y el sur.
Un referéndum sobre la independencia, muy esperado por los analistas, pondrá una señal de interrogación sobre la ciudadanía de cientos de miles de sureños que viven en Jartum, la capital, y otras ciudades del norte, así como sobre los ciudadanos del norte que viven en el sur.
“Tanto los sureños que viven en el norte como los norteños que viven en el sur temen sufrir venganza, incluso expulsión, y se aprueba la secesión”, ha declarado HRW en un comunicado, añadiendo que los dos partidos, el del gobierno Partido del Congreso Nacional, NCP, y el Movimiento para la Liberación del Pueblo de Sudán, SPLM, deberían declarar públicamente que no expulsarán a las minorías que vivan en sus respectivos territorios, incluso si se aprueba la secesión.
El referéndum, que tendrá lugar el 9 de junio de 2011, es un asunto muy delicado y muchos opinan que Sudán no ha tenido tiempo suficiente para organizarlo.
Los líderes del sur acusan al gobierno de Jartum de intentar entorpecer las votaciones para mantener el control sobre el petróleo del sur. Por su parte, el NCP acusa al partido que gobierna en ahora semiindependiente sur de imponer una agenda separatista y reprimir las voces de los unionistas en el sur.
(IOL, 23-09-10)