Harar es una antigua ciudad amurallada del este de Etiopía donde las hienas son alimentadas a cambio de limpiar las calles y mantener a raya a los espíritus.
¿No son las hienas un animal temido por la gente?
En Etiopía, y en muchas otras regiones del África subsahariana, las hienas son temidas y denigradas. Los programas de noticias a menudo cuentan historias de hienas robando bebés; y en el folclore las personas con “mal de ojo” se convierten en hienas por la noche y atacan a sus vecinos. En toda África, hienas y personas están en conflicto, especialmente a medida que se expanden los asentamientos humanos. Se sabe que los grandes carnívoros matan a personas y a un gran número de ganado, y a menudo se las envenena y se las mata en represalia. Las hienas manchadas, en particular, tienen tan mala reputación que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza intenta rehabilitar su imagen para la conservación de la especie.
¿Cómo se explica que en esta ciudad de Etiopía coexistan hombres y hienas?
Es una vieja tradición bien establecida. Desde hace mucho tiempo en Harar, las hienas actúan como el sistema de eliminación de basura de la ciudad. Entran por la noche a través de una serie de “puertas de hiena” o agujeros en la muralla de la ciudad y se comen las entrañas tiradas en las calles y todo tipo de carroña y así limpian la ciudad. Abbas Yusuf ha logrado domesticar a las hienas que vienen a alimentarse hasta su misma vivienda. Es una habilidad que Yusuf adquirió de su padre. Como parte de un esfuerzo más amplio para impulsar el turismo, el gobierno de Etiopía desea sacar provecho de la relación de Abbas con las hienas. Hoy en día, la relación de Yusuf con estos grandes carnívoros es la mayor atracción de la ciudad; cobra a los turistas una tarifa por asistir a la comida de los animales e incluso los anima a alimentarlos ellos mismos.
¿Qué otras ventajas traen las hienas a la ciudad?
Gran parte de la población musulmana de Harar creen que las hienas pueden proteger a la gente de los traviesos djinn o espíritus. «Las hienas se los comen«, dice Yusuf. «Sin las hienas, habría muchos espíritus jugando malas pasadas en la ciudad«.
En el folclore de Harar, las hienas también actúan como médiums que pueden comunicarse con los santos muertos de la ciudad y transmitir mensajes de la gente del pueblo a sus antepasados.
¿Pueden los cambios de la vida moderna afectar esta convivencia?
El desarrollo de Harar podría poner en peligro su relación única con sus hienas. Durante siglos, el casco antiguo amurallado estuvo sobre una colina, rodeado de un paisaje ondulado. Hoy está rodeada por la nueva ciudad, mucho más grande, que ha bloqueado muchas de las rutas que alguna vez usaron las hienas.
Bartolomé Burgos
CIDAF-UCM