Varias regiones de Níger se vieron afectadas a comienzos de septiembre por lluvias muy intensas que causaron importantes destrozos. En Agadez, en el norte del país, las autoridades locales informaron de un balance provisional de cinco heridos graves, unas cuarenta viviendas derrumbadas y varias escuelas inundadas. Los daños fueron más graves en Zinder, la segunda ciudad del país. Las fuertes lluvias provocaron el derrumbe de la mayor parte de la mezquita más antigua de la ciudad, un edificio histórico situado frente al sultanato. Zinder, que fue la primera capital de Níger, también es conocida como Damagaram.
Laminou Issaka Brah, presidente de la asociación para la conservación del patrimonio histórico de Damagaram, se encontraba allí cuando se derrumbó el edificio. «Es un símbolo que acaba de derrumbarse, ya que es una mezquita antigua de más de 200 años». A pesar de que existe un comité encargado de velar por el mantenimiento de la mezquita, faltan los medios necesarios para garantizar un mantenimiento regular. El presidente de la asociación insiste: «Los recursos deben seguir de forma regular y constante».
Fuente: RFI – Imagen: Ser Amantio di Nicolao
[Traducción y edición, Paloma Vázquez]
[CIDAF-UCM]
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