“Le Monde Diplomatique”, (21.3.2021) refiriéndose ante todo a las farmacéuticas y las vacunas, dice que nos enfrentamos al “hombre: como un lobo para el hombre”, y las empresas farmacéuticas, como: “una jauría para la humanidad.”
Este lenguaje crítico sobre las farmacéuticas y la manipulación de vacunas “moderna, pfizer, astrazeneka, janssen” y otras, no suele aparecer en los medios de comunicación habituales, pues están más al servicio del capital que de la verdad.
En la economía del “libre mercado organizado”, lo único libre es el poder exorbitante que los Estados han concedido a la industria farmacéutica, para conseguir le precio deseado.
Los laboratorios han recibido miles de millones de euros en subvenciones de los Estados y de la Comisión Europa que pagó más de 2.000 millones durante la preparación de las vacunas, limitando los riesgos de las farmacéuticas. No obstante, estas últimas conservan la propiedad de las patentes y negocian al alza los precios con los Estados.
El 13,5% de la población mundial, que habita en los países ricos, ha incorporado anticipadamente el 51% de las dosis, según Oxfam.
Estados Unidos es la sede de las dos farmacéuticas que ofrecen las vacunas más efectivas actualmente.
Convendría aprovechar las iniciativas ciudadanas a favor de que la vacuna sea considerada como, bien público mundial, y sobre todo, ponerse de acuerdo con otras potencias especialmente China, Rusia y la India, para contrarrestar el dominio de las empresas farmacéuticas estadounidenses cuyos intereses defiende su gobierno.
Muchos de los políticos, así como de los medios de comunicación, también tienen sus propios intereses de poder y capital, y por tanto operan con los mismos criterios que las farmacéuticas.
Aprovechar las necesidades humanas para el propio enriquecimiento es una de las tentaciones más frecuentes y más viles de nuestra naturaleza humana.
Otro crimen contra la humanidad es tráfico de “medicinas falsificadas”, fomentado por algunas farmacéuticas corruptas y que alcanza los 200 billones de $ al año en el continente africano. La OMS informa que el 42% de todas las “medicinas falsas”, en los últimos ocho años, ha sido encontrado en África.
“No podéis servir al ser humano y al capital”. Aunque toda la publicidad parezca estar montada para decirnos exactamente lo contrario.
Solo queda la sociedad para tomar su poder y defender al ser humano, con una gestión más profesional y responsable de los recursos existentes.