Las eternas disputas de los países de África Oriental

27/11/2017 | Opinión

border_uganda_kenya.jpgLa tensión está en el aire en la Comunidad de África Oriental. Tanzania y Kenia están envueltas en disputas; Uganda y Ruanda también se pelean; Ruanda y Burundi llevan dos años enfrentándose a la crisis de este último; y Kenia y Uganda discuten de nuevo por la pequeña y mística isla de Migingo, en el Lago Victoria.

De todas estas disputas, la más fácil de entender es la brecha entre Tanzania y Kenia, que ha estado presente durante los últimos 45 años de forma intermitente. Todo comenzó a mediados de la década de 1970, cuando, en una famosa lucha ideológica y verbal, Tanzania, entonces socialista, acusó a Kenia de ser una sociedad «capitalista» de “hombres que se comen a otros hombres”. Nairobi respondió que Tanzania, una nación mucho más pobre, era una «sociedad de hombres que no comen nada».

Hoy en día, el problema está más centrado en la leche, la carne y el pollo. Recientemente, Tanzania quemó 6.400 pollos importados de Kenia, alegando un supuesto temor a la gripe aviar. También subastó 1.300 cabezas de ganado pertenecientes a pastores de Kenia después de haber sido confiscadas por ejercer su profesión en Tanzania. Este país también se ha apoderado de unas 6.600 cabezas de ganado de Uganda.

De todas estas disputas regionales, que, según algunos, amenazan a la Comunidad de África Oriental, la más compleja de entender es la que existe entre Uganda y Ruanda, ya que tiene que ver incluso con oscuros conflictos familiares y personales. Irónicamente, la causa principal de esta situación son las profundas conexiones que existen entre los ciudadanos de ambos países. Debido a la historia y al hecho de que miles de ruandeses vivieron en Uganda durante casi medio siglo como refugiados, antes de que muchos (no todos), regresaran a Ruanda después de la victoria del Frente Patriótico (RPF) en 1994, muchas familias ruandesas se integraron en la sociedad del país, mientras que muchas familias de Uganda se convirtieron, en parte, en familias ruandesas.

Por ello, nuestras peleas pueden parecer nauseabundas, cuando la recepción que se lleva a cabo en Entebbe en honor de la exesposa del héroe de guerra de Uganda y Ruanda, Fred Rwigyema, se convierte en un gran incidente diplomático o cuando el arresto en Kampala de un policía que se cree que es agradable con algunas personas en Ruanda se convierte en un problema. Este es un caso clásico de un desprecio que nace como consecuencia de la familiaridad. A pesar del acercamiento entre Kigali y Kampala en el año 2011, tras la desastrosa repercusión de sus acciones en la parte oriental de la República Democrática del Congo (RDC) en el año 2000, siempre estuvo claro que la relación entre ambos países volvería a ponerse a prueba.

Para el Gobierno de Museveni, el acontecimiento principal parecía ser lo que haría Paul Kagame cuando terminase su segundo mandato en Ruanda. Lo que sucedería en Kenia estaba claro, porque el límite presidencial se mantendría y Mwai Kibaki se retiraría del poder después de dos mandatos, al igual que Jakaya Kikwete en Tanzania. Además, no importaba lo que hicieran Burundi o Sudán del Sur, porque Kampala competía principalmente con Kenia, Tanzania y Ruanda, con la que tiene la rivalidad más emocional. Como señaló esta columna en 2016, si Kagame hubiera dejado el cargo en agosto, Museveni habría quedado como el «leproso político» de la región, al ser el último presidente vitalicio.

Sin embargo, la enmienda constitucional en Ruanda, que permitió a Kagame postularse para un tercer período de siete años, y para dos períodos de cinco años en 2024 si así lo deseara, alteró dramáticamente el terreno político, favoreciendo la posición de Museveni. El presidente ugandés ya no estaba solo en su club y no sentía la carga del déficit moral, lo que le permitió lanzar la reciente propuesta de eliminar de la Constitución el límite de edad existente para ejercer el cargo de Presidente sin sentir vergüenza.

Con la reelección de Kagame, Ruanda había cumplido su propósito político, y Uganda debía mirar hacia delante. Kampala se centra ahora en otros frentes, mientras Museveni ofrece aumentar a 5.000 el número de UPDF (Fuerza de Defensa del Pueblo de Uganda) en la Misión de la Unión Africana en Somalia, en un momento en el que el apoyo a la misión en Somalia disminuye. Museveni es muy bueno en este tipo de movimientos, como vimos en 2007 cuando la UPDF se convirtió en el primero en arriesgarse en Mogadiscio, en un momento en el que todos pensaban que no tenía futuro.

El lado positivo de estas luchas entre los palacios de África Oriental es que, en realidad, no afectan a las relaciones fundamentales de la población de la región a largo plazo. En una conversación reciente con una persona que rastrea el comercio regional del África Oriental, se me informó de que el oeste de Kenia rara vez sufre de escasez de alimentos y hambre, incluso en los peores momentos. La explicación a esto no es que la región sea poco vulnerable o que se trate de un área rica, que no es el caso, sino que «está integrada con Uganda como un único mercado de alimentos». Después, pasó a describir la amplia gama de productos alimenticios con los que regresan los camiones de Kenia a Uganda, y cómo se distribuyen en Eldoret, Nakuru y otras ciudades. No es posible detener el negocio de la pesca del Lago Victoria, ni el movimiento de pollo, vacas, matoke o leche a través de las fronteras de África Oriental.

Charles Onyango-Obbo

Fuente: Daily Monitor

[Traducción, Elvira Vara]

[Fundación Sur]


Artículos relacionados:

Comienza la Cumbre de la Comunidad de Paises de África Oriental en Arusha (Tanzania)

África Oriental planea lanzar un pasaporte común en 2018

Para la Comunidad del África Oriental Burundi es ahora un lugar seguro para ellos

Ciudadanos del África oriental, demasiado educados y aburridos como para hacer que la EAC funcione

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster
Cine africano, por Bartolomé Burgos

Cine africano, por Bartolomé Burgos

  Desde películas premiadas internacionalmente, como la sudafricana “La sabiduría del pulpo”, que ganó el Oscar al mejor documental extranjero...