Las empresas y los derechos humanos en Eritrea

30/11/2017 | Crónicas y reportajes

eritrea_hr.jpgLas empresas tienen un impacto directo e indirecto en la vida de las personas. Por esta razón, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas creó un marco de «Negocios y Derechos Humanos» que supervisase el cumplimiento de estas con la debida diligencia en relación con los derechos humanos.

En 2005, el entonces Secretario General de la ONU, Kofi Annan, designó al Representante Especial John Ruggie, profesor en Harvard, para supervisar la brecha existente entre las empresas y los derechos humanos. En 2008, John Ruggie presentó una propuesta para un marco de «Negocios y Derechos Humanos» ante el Consejo de Derechos, que fue aprobada por unanimidad. El documento establece (1) las actuales obligaciones de los Estados de respetar, proteger y cumplir los derechos humanos, (2) la responsabilidad corporativa de respetar los derechos humanos y (3) la mejora del acceso de las víctimas a recursos efectivos, tanto judiciales como extrajudiciales

En 2011, el Representante Especial emitió los «Principios rectores sobre las empresas y los derechos humanos: puesta en práctica del marco de las Naciones Unidas para proteger, respetar y remediar». Estados Unidos también respaldó este marco.

Los principios establecidos por las Naciones Unidas son de aplicación para todas las empresas comerciales, sin importar su tamaño, sector, ubicación, propiedad y estructura. Su principio fundamental, afirma: «Los Estados deben proteger contra las violaciones de los derechos humanos cometidas en su territorio y/o jurisdicción por parte de terceros, incluidas las empresas comerciales. A tal efecto, deben adoptar las medidas apropiadas para prevenir, investigar, castigar y reparar esos abusos mediante políticas adecuadas, actividades de reglamentación y sometimiento de la justicia».

Además, según los Principios de las Naciones Unidas para los negocios y los derechos humanos, «los Estados deben enunciar claramente que se espera de todas las empresas domiciliadas en su territorio y/o jurisdicción que respeten los derechos humanos en todas sus actividades”.

Es dentro de este principio general, que hago un llamamiento a todas las empresas que operan actualmente en Eritrea a que asuman su responsabilidad y lleven a cabo negocios que no sean perjudiciales para los ciudadanos del país.

Todo el mundo está al tanto de que Eritrea ha sido acusada de violaciones sistemáticas y generalizadas de los derechos humanos desde su independencia en 1991. Además, estos crímenes sistemáticos han estado patrocinados por el Estado y se encuentran entre los peores a los que el mundo se ha enfrentado desde el comienzo del nuevo siglo. A pesar de que el Gobierno de Eritrea continúe rechazando estas acusaciones, existen hechos claros que prueban las violaciones de derechos generalizadas.

Hoy en día, Eritrea ocupa el último lugar en la lista mundial de la libertad de prensa, es el segundo país de origen de refugiados políticos (después de Siria) y es el país con el mayor número de presos políticos. Se trata de un Estado que no tiene universidad, pero que cuenta con una red de más de 360 prisiones secretas. El trabajo forzoso es la norma, las libertades cívicas no existen y se ha establecido una prohibición contra toda asociación que no tenga relación con el Gobierno. La libertad religiosa es inexistente y, a menudo, los líderes religiosos son sometidos a encarcelamiento, arresto domiciliario, etc. Además, todos los ciudadanos han de alistarse en unidades militares durante un período de tiempo indeterminado.

En estas condiciones, no es fácil determinar si las empresas realizan sus actividades desde el respeto a los derechos humanos. Según los informes de 2015 de la ONU, se ha acusado a Nevsun, una empresa minera canadiense que empezó su actividad en 2008, de utilizar trabajos forzados. Las víctimas son los ciudadanos eritreos que han estado trabajando con la compañía desde el comienzo de las operaciones mineras en Bisha. Más de cincuenta eritreos han presentado una demanda civil contra Nevsun en Canadá. Hasta la fecha, Nevsun es la única compañía que ha sido llevada ante la justicia, a pesar de que existen muchas empresas que operan en el país. El Estado es el principal proveedor de recursos humanos, pero no hay duda de que utiliza conscriptos* para aumentar sus ingresos. Algunas de las empresas que operan en Eritrea provienen de China, Suecia, Francia, Canadá, EE. UU., Sudáfrica, Australia, Italia, etc.

Nevsun Ressources Ltd.

Nevsun es una empresa minera de cobre de nivel medio con sede en Vancouver, Canadá y fundada en 1965. Tras operar en otros dos países africanos, Ghana y Malí, actualmente está operando en Bisha, Eritrea.

A pesar de que se cree que la empresa lleva a cabo programas de responsabilidad social en las minas de Bisha y que ha realizado informes anuales desde 2011, Nevsun se ha enfrentado a alegaciones graves en relación con la violación de derechos humanos por el uso de trabajos forzados en sus actividades. Aunque Nevsun, hasta el momento, rechaza tales acusaciones, el número de demandas está aumentando de forma sustancial.

Huawei Technologies Co. Ltd.

A pesar de que esta empresa es desconocida para muchos eritreos, Huawei tiene una fuerte presencia internacional en la industria de la tecnología de la información. Según información fiable, Huawei estaría detrás de EriTel, el único proveedor de Internet y servicios telefónicos de Eritrea.

EriTel es el principal violador de los derechos humanos en Eritrea, en particular a causa de violaciones de la privacidad y espionaje, tanto dentro como fuera del país. EriTel trabaja estrechamente con el único partido político existente para llevar a cabo una vigilancia masiva de los eritreos disidentes. Por lo tanto, Huawei es una amenaza para la privacidad y la ciberseguridad de Eritrea. Además, no es posible acceder a información sobre la actividad de la compañía en el país, lo que continúa siendo un secreto para el mundo.

Caterpillar Inc.

Esta compañía estadounidense lleva muchos años trabajando en Eritrea y produce la mayor parte de la maquinaria de alta calidad del país. Caterpillar Company tiene una sucursal en Eritrea donde se realizan todas las actividades relacionadas con estas máquinas que se utilizan en la construcción de centros penitenciarios, trincheras de guerra, centros mineros, etc. Todos los trabajadores encargados de la maquinaria son conscriptos militares que realizan trabajos forzados.

Total S.A

Total es un gigante petrolero inglés que ha estado operando en Eritrea durante décadas, convirtiéndose en el principal proveedor de productos petrolíferos para en el país. En la actualidad, está expandiendo su actividad mediante la instalación de nuevas infraestructuras.

A pesar de que se trata de una compañía privada, sigue estrictas regulaciones del gobierno de Eritrea en cuanto a la regulación de los precios y el sistema de emisión de bonos para controlar la distribución del petróleo y el gas en el país. Sin embargo, el régimen gobernante controla la actividad de la compañía, hasta tal punto que los ciudadanos no tienen la libertad de comprar combustible sin el permiso del gobierno. Además, el combustible vendido al gobierno se utiliza en áreas en las que se ejercen trabajos forzados y los conscriptos son utilizados como vigilantes de las instalaciones de Total, en particular en las áreas de almacenamiento del norte del Mar Rojo y de la región de Maekel.

Danakali Limited

Danakali Limited es una compañía nueva establecida por la Eritrean National Company (ENAMCO) que forma parte de Danakali, una empresa privada australiana que opera en la región de Afar, Eritrea.

Los eritreos de esta región han vivido durante siglos en las zonas que pertenecen hoy a la empresa, pero se enfrentan a una grave amenaza para su supervivencia ya que el régimen gobernante ha arruinado sus vidas al prohibirles realizar su actividad económica tradicional en el Mar Rojo. Esta situación ha hecho que 35.000 familias hayan tenido que huir de la región e instalarse en campos de refugiados cercanos a la frontera con Etiopía.

La instalación de Danakali Company en el área de Collul también ha conllevado la restricción de la libertad de movimiento de la población, que se encuentra ahora vigilada por las fuerzas militares. Además, las personas encargadas de vigilar la seguridad de la empresa son conscriptos que sirven al ejército de forma involuntaria y durante un tiempo indefinido.

Conclusión

Cabe destacar ahora que la selección de empresas que aparece más arriba no es una lista exhaustiva, sino indicativa, ya que hay un gran número de empresas que trabajan en el país. Debido a que Eritrea no puede garantizar los derechos de sus ciudadanos, son las empresas las que tienen que evitar estas violaciones. Además, si una compañía se ve envuelta en tales actos, el país de su nacionalidad tiene la responsabilidad de hacer que esta cumpla con sus obligaciones relacionadas con los derechos humanos y con la debida diligencia.

Los eritreos deben trabajar para aumentar la conciencia internacional en lo relativo a la conducta de las empresas que trabajan en el país. Hoy en día, y mientras el régimen político actual continúe liderando el país, cualquier actividad comercial en Eritrea tiene un vínculo potencial con violaciones graves de los derechos humanos. Por ello, necesitamos estar atentos e informar a las empresas, siempre que sea necesario, para que cumplan con su responsabilidad.

Tesfabirhan Weldegabir Redie

* Soldado mientras recibe la instrucción militar obligatoria (RAE).

Fuente: Awate

[Traducción, Elvira Vara]

[Fundación Sur]


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