Las elecciones angoleñas, por Virgilio Samakuva

10/09/2012 | Bitácora africana

El pasado mes de mayo, escribí y se publicó en bitácora africana un artículo en el que, refiriéndome al proceso electoral que se preveía para el mes de Agosto, defendí la necesidad de la presencia de observadores internacionales, entre ellos, los de la Unión Europea. Entonces la UE tenía claro y decidido no enviar observadores al proceso, lo que consideré un error. Hoy, leyendo el texto de la eurodiputada Ana Gomes, cuyo contenido puede encontrarse también en estas páginas, se aclaran muchas cosas. Para mí, esa presencia de dichos observadores era un valor añadido y una forma de persuadir a los actores, y en particular al partido en el poder (MPLA) a establecer un juego abierto, que contribuyera a una autentica democratización del país. También habría sido un elemento muy útil para aumentar la credibilidad del proceso y del prestigio del régimen salido de esas elecciones, además de, seguramente, limpiar un poco la imagen del presidente José Eduardo dos Santos que, con 33 años en el poder sin haber sido nunca electo por su pueblo, es clasificado como uno de los dictadores más antiguos del Continente, en un país donde la corrupción alcanza niveles inimaginables. Este hecho era, una grande oportunidad de salir por la grande puerta, algo que el mandatario siempre ha perdido en los últimos años.

Entonces, ¿qué ha sucedido en las elecciones del 31 de Agosto?

El proceso ha conocido una serie de irregularidades, desde la sustitución de la ilegal presidente de la CNE Dña. Suzana Inglés, desgraciadamente por un otro presidente, sumiso a la dictadura. El régimen consiguió que no se publicaran los cuadernos electorales; que no se peritaran los ficheros electorales según prevé la ley para confirmar la veracidad del censo y los lugares donde cada elector debía presentarse el día de los comicios; efectuó la compulsiva e inexplicable recogida de tarjetas de los electores, etc. Todo esto programado para producir una desorganización organizada, destinada a evitar el voto masivo de ciudadanos en zonas donde predomina la oposición. Una de sus consecuencias ha sido el alto porcentaje de “abstención?” que hasta este momento se ha estimado en cerca del 40%.

Para completar el ciclo, se vetó la entrada en el país a la mayoría de los periodistas extranjeros, así como a los pocos observadores que fueron invitados a última hora. Para esta maniobra, los consulados del país recibieron órdenes de no conceder visados tanto a periodistas, como a algunos observadores internacionales, curiosamente invitados por la propia CNE. El resultado de esta desorganización organizada por el régimen, fue que todos los partidos de la oposición real y organizaciones de la sociedad civil nacionales, han considerado las elecciones como nada transparentes, nada libres y nada justas, sobre todo debido a la exclusión de que fueron víctimas muchos ciudadanos deseosos de ejercer su derecho. Es por ello, por lo que amenazan impugnar los resultados. Hablando este viernes 7 de Agosto a los micrófonos de VOA, el director de la organización Open Society en Angola D. Elías Isaac, considera que mejor sería la anulación de todo el proceso y organizar otro más creíble.

Sólo los pocos observadores de las organizaciones africanas (SADC, UA y también de la aliada CPLP) normalmente ya connotadas con las mismas deficiencias que enferman las democracias emergentes de nuestros países, han declarado el proceso como normal, a pesar del limitado tiempo y ángulo de acción que tuvieran, y de tantas cosas anormales que, seguro, saltan a la vista de cualquier observador responsable, como por ejemplo:- el control absoluto de los órganos de comunicación públicos (escritos, radio y TV), ejercido por el gobierno durante la campaña, el hecho de que algunos ciudadanos fueran informados a ultima hora que tenían su oficina de voto a 300 kms del lugar de residencia, la ya mencionada ausencia de los cuadernos electorales en algunas asambleas de voto etc, etc.

La nota más curiosa y alta, es como el presidente ruso Putin condecora de inmediato a su buen alumno y aliado José Eduardo dos Santos. Como no podía ser menos, su homologo Raúl Castro también le felicitó por la “victoria”. Mientras tanto, tras recibir su embajador en Luanda el arrogante rechazo de las autoridades angoleñas para que fuera acreditado como observador, el Departamento de Estado americano cuyo país contribuyo mucho para la celebración de estas elecciones, acaba de pronunciarse, felicitando a la CNE y al pueblo angoleño, sin hacer mención al supuesto ganador, y pidiendo al gobierno que investigue y conteste rápidamente a todas las reclamaciones electorales presentadas por los partidos de la oposición y las organizaciones de la sociedad civil. Y para que el lector entienda también la posición preelectoral de la UE solamente hay que leer la ya mencionada declaración de la eurodiputada Ana Gomes, sobre los motivos de no enviar observadores de la UE a Angola.

Y terminadas las elecciones, ¿qué perspectiva hay?

Aunque admitiendo que al final del recuento paralelo y revisión de todas las reclamaciones de la oposición que saldrán en pocos días, el MPLA sea reconfirmado ganador oficial de estos comicios, D. José Eduardo dos Santos, a sus 70 años de edad y 33 años de presidente, va a inaugurar un nuevo mandato de 5 años, que le gustaría pasar como presidente realmente electo por el Pueblo al menos una vez en su vida; Sin embargo, seguramente su conciencia no dejará de preguntarle constantemente si de hecho ha sido así. Y seguro que tendrá pronta respuesta negativa. Conciencia obliga.

Es muy probable que, cuando lleguemos al fin del nuevo mandato a sus 75 años de edad y 38 como presidente, dos Santos será el “mandatario demócrata” más longevo, que habrá visto pasar a 7 presidentes americanos, desde Carter a Obama y él siempre en su puesto; y seguramente querrá un mandato más. Todo indica en esa dirección, siempre que la salud se lo permita. Es verdad que ha nombrado a uno de los suyos, D.Manuel Vicente como vicepresidente, con miras a la sucesión. Pero, el problema es que hace años, ya dos Santos había anunciado que nunca más seria candidato a las elecciones, pero como se demuestra ahora una vez más, no cumplió su palabra. Nadie puede asegurar que su apetito desaparezca.
Desgraciadamente para él, cuenta con la emergencia de una nueva generación de angoleños y un pueblo cansado de ser maltratado por un régimen dictatorial, camuflado de demócrata. Los próximos tiempos se lo dirán.

Virgilio Samakuva

[CIDAF-UCM]

Autor

  • Kanjimbi Samakuva, Virgilio

    Nació en Angola, de una humilde familia campesina.

    Estudios primarios en una escuela de misioneros canadienses, secundarios en una escuela oficial del Portugal colonial y universitarios, fuera de su país.
    Es licenciado en ciencias políticas y sociología por la UNED, Master de Relaciones Internacionales y Comercio Exterior por el INFOREM y titular de un diploma de Altos Estudios Internacionales por la SEI de Madrid.

    En la Universidad de Abidjan perfeccionó sus conocimientos de la lengua francesa y en Madrid la española, lenguas que escribe y habla fluentemente, lo que le confiere la posibilidad de comunicarse con facilidad en cuatro idiomas distintos.
    Fue sucesivamente militar del ejército portugués, funcionario público en Angola, y durante años, representante del partido político angoleño UNITA en las capitales de la Republica de Zaire, actual Rep. Democrática del Congo, la Republica de Costa de Marfil y posteriormente Delegado junto a la Comunidad Angoleña en España, país donde reside en la actualidad.

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