Las compañías que combaten a los piratas utilizan una zona gris de la legalidad: los arsenales flotantes

23/03/2012 | Crónicas y reportajes

Las firmas de seguridad privada están guardando sus armas a bordo de arsenales flotantes en aguas internacionales, para que los barcos que quieran guardas anti-piratas puedan reducir costes y evitar las leyes que limitan la importación y exportación de armas, según fuentes de la industria armamentística.

Las compañías y los expertos legales describen estas operaciones como una “zona legal gris” porque pocos gobiernos, si es que hay alguno, tienen leyes que regulen estas prácticas. Algunas compañías de seguridad simplemente no informan a los gobiernos de la bandera que hondea en su barco.

Almacenar armas en barcos, en alta mar, empezó a ser un negocio el año pasado. Gran Bretaña, de donde son la mayoría de los operadores, está investigando la legalidad de esta práctica, de la que se ha hablado públicamente muy poco, fuera de los círculos de la industria naviera.

Los arsenales flotantes se han convertido en negocios viables a raíz de las prácticas de seguridad cada vez más utilizadas por la industria marítima, que ha luchado durante años por combatir los ataques de los piratas somalíes. Pero la gente de la industria dice que los estándares varían enormemente.

Los líderes de gobiernos y de la industria, “necesitan ocuparse urgentemente de las normas que rigen los arsenales flotantes, y obtener la aprobación de los estados de las banderas de los barcos”, afirma Nick Davis, del Maritime Guard Group. “Todo tiene que estar correctamente asegurado, registrado, delimitado y con los correctos cierres. No es solo cuestión de encontrar un hueco, poner algunas armas en él y todo el mundo tan tranquilo”.

Algunos arsenales flotantes no tienen un almacenaje adecuado para armas, ni suficientes guardias, o espacio para que los guardias duerman bajo cubierto, obligándoles a dormir sobre cubierta.

Sin leyes aplicables, añade, “las compañías solo están economizando con la verdad”.

Aguas peligrosas

Davis dice que su compañía opera con dos remolcadores como arsenales flotantes y mantiene cuidadosamente los libros de registro de los cientos de armas de su compañía y registro de cada tiro disparado. No ha permitido a otras compañías alquilar espacio en estos remolcadores por problemas de regulación, dijo, pero espera poder hacerlo pronto y ha hecho anuncios.

“Los buques tienen que utilizar guardias armados, pero ningún gobierno quiere proporcionar un modo ético y responsable de utilizar las armas de fuego”, añade.

Hay entre 10 y 12 barcos operando como arsenales flotantes en todo momento. Alrededor de meda docena están en el mar Rojo, tres en aguas de Fujairah, en los Emiratos Árabes Unidos, y un par en las aguas de la isla nación de Madagascar, según Thomas Jakobsson de Sea Marshals Ltd.

“Muchas compañías son demasiado pequeñas para poder cumplir las regulaciones. Cuesta un montón de dinero”, dice. Su compañía solo usa arsenales flotantes con licencia del gobierno de Yibuti, y con bandera del país, sin salida al mar, de Mongolia. Él cree que la mayoría del resto no están operando legalmente.

El aumento del uso de arsenales flotantes llega a la vez que el aumento del número de intercambio de fuego armado entre supuestos piratas y compañías de seguridad privadas. En febrero, dos marines italianos dispararon y mataron a dos pescadores indios que los italianos habían confundido con piratas. La investigación sobre este incidente, puede sentar precedente legal para futuros tiroteos de los guardias armados de los buques.

Un barco que utiliza arsenales flotantes cogerá armas del mismo al comienzo de sus viajes a través de aguas peligrosas, y después las deja en otro arsenal flotante, al final de la parte peligrosa de su viaje.

Las compañías utilizan arsenales flotantes porque es más barato para los clientes que tener que llevar el barco al puerto para recoger a los escoltas porque hay muchísimas restricciones para llevar armas a la región de alrededor de Somalia. Varias compañías dicen que las naciones del oriente medio como Arabia Saudí, Egipto y Yemen, son particularmente sensibles con respecto a que los extranjeros entren con armas en la zona, desde el comienzo del levantamiento político de la Primavera Árabe.

Proceso complejo

El abogado Alan Cole, el jefe del programa anti piratería de la oficina de la ONU contra la Droga y el Delito, también dice que llevar armas a las naciones costeras puede ser un proceso complejo.

Las regulaciones varían de país a país. En la nación-isla de las Seychelles, la policía sube a bordo y cierra el arsenal, dice. En Mauricio, las armas deben ser sacadas del barco tan pronto como entra en el puerto y custodiadas bajo llave por la policía.

Las regulaciones pueden cambiar de día a día, llegando a ser tan fluidas que los barcos pueden hacerse a la mar con guardias armados a bordo, sólo para averiguar que las reglas han cambiado una vez que el barco ha llegado a su destino. Egipto, Oman y Kenia cambiaron las reglas referentes al transporte de armas de fuego sólo en el último mes, según Davis.

Pero en aguas internacionales, el único país con jurisdicción sobre un barco es el estado cuya bandera hondea en su mástil. Muchos barcos llevan banderas de países como Liberia o Panamá, donde las regulaciones pueden ser relativamente laxas.

Incluso si las compañías no intentan cumplir la ley, parte del problema es que la legislación no va a la par con el rápido crecimiento de la industria de la seguridad marítima privada, según Adjoa Anyimadu, una experta en piratería del grupo británico de expertos Chatham House.

“Hay un montón de peticiones, particularmente de la industria naviera, para que haya más regulación”, dice la experta.

Desde febrero, todas las compañías y ciudadanos británicos que trabajan en seguridad marítima, o proporcionando servicios a barcos británicos, tienen que cumplir las nuevas reglas que regulan las armas de fuego. Las regulaciones no contienen ninguna norma para los arsenales flotantes.

(News 24, 23-03-12)

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