Las campesinas a la conquista de los “productos forestales non leñosos” en Burkina, por Maurice Oudet

29/08/2012 | Bitácora africana

Conocen las orugas del karité y el weda? ¿Conocen los dátiles salvajes?

Y el cuscús del nenúfar o lirio de agua, ¿lo conocen?

Desde hace cierto tiempo, en cada feria agrícola o jornada de alimentos, encontramos uno o dos puestos con “productos forestales no leñosos”. Sonreí la primera vez que lo vi. Me pareció que “productos forestales non leñosos” era una expresión algo pomposa y complicada para hablar de simples “frutos salvajes” (frutos, hojas, flores, almendras…) de árboles del bosque. Pensé en algunas de mis amigas campesinas. Me preguntaba cómo reaccionarían si les dijese: ¿saben ustedes que son empresarias especializadas en la explotación de los productos forestales no leñosos?

Desde hace tiempo, desde siempre (?), las campesinas explotan los productos forestales non leñosos; desde antes que naciese la agricultura, en la época de los cazadores-recolectores. Pero hoy también, la explotación de los frutos de los árboles del bosque sigue siendo una actividad económica importante. En particular para las mujeres del mundo rural.

En Burkina Faso, la explotación más conocida e importante, sigue siendo la del fruto del Karité (Vitellaria paradoxa, llamado el árbol de la mantequilla). La pulpa del fruto es muy apreciada y sus almendras se utilizan para hacer la manteca que, a menudo, constituye lo más importante de la grasa utilizada en la alimentación. Gran parte de esa manteca se consume en Burkina. Sin embargo, el karité es el cuarto producto de exportación(después del oro, del algodón y de los productos de la ganadería). En 2007, año excepcionalmente bueno, Bukina Faso exportó nueces de karité por casi 16,6 mil millones de CFCA y por casi 700 millones de mantequilla.

Pero le karité no solo da nueces. En el oeste de Burkina, al comienzo de la época de lluvias, las mujeres sacuden las ramas del karité para recoger miles de orugas que deleitan a los gourmets y que se venden a precio de oro: las orugas del karité. (Orugas de una mariposa que ponen sus huevos en este árbol). Afortunadamente es cuando el árbol ha dado su fruto que aparecen las orugas y devoran todas las hojas del karité. Antaño, eran “reservadas” a la etnia bobo, hoy son apreciadas por todos… y los precios están subiendo. En Bobodiulaso, los comerciantes de orugas del karité tienen unos ingresos diarios que oscilan entre 2 500 y 5 000 FCFA.

Del mismo modo, el baobab o árbol botella es muy generoso. Sus hojas, frescas o secas, se utilizan para salsas. Sus frutos, llamados a veces: “pan de los monos” (les gusta mucho) son ricos en vitaminas B1 y C. Sirven también para hacer una excelente bebida.
Los frutos del neré, (Parkia biglobosa) son muy rebuscados. Sus granos se utilizan para la fabricación del sumbala, una salsa rica en vitamina.

Los frutos del tamarindo se usan para fabricar diferentes jugos y bebidas. Con sus hojas se prepara el to y las salsas.
Algunas lianas producen frutos (llamados weda en moore) muy apreciados y que permiten fabricar una excelente bebida.
El kapokier rojo (o falso kapokier, el Bombax costatum) es un árbol que puede alcanzar de 5 a 15 metros. Florece en la época seca antes de que nazcan sus hojas. El cáliz de la flor se utiliza para fabricar una salsa muy popular, de textura pegajosa. La recolección excesiva de sus flores puede causar problemas para la renovación de la especie, ya que impide la formación de las semillas.

El zamenga (nombre moore del Acacia macrostachya) da frutos cuyas semillas, contenidas en una vaina, se hierven (zamne) y, como los frijoles locales, se comen en familia o en ceremonias festivas (bautizos, matrimonios).

El Balanites aegytiaca es menos conocido. Sin embargo, sus frutos son muy estimados. Se comen como si fuesen dátiles. De ahí el nombre de “dátil salvaje” que, a veces, se da a este árbol. Las cualidades de este “dátil” son muchas. En Fada N’Gurma, la señora Rose Marie Thiambano comenzó a extraer su aceite…, lo mezcló después con manteca de karité, y hoy ha comercializado numerosos productos; entre los cuales una crema muy aceptada entre las campesinas de la región cuyos pies están resecos por el clima cálido y seco. Esta señora ha creado una asociación llamada “Karie Fuerza”. Las 1000 colaboradoras de Karie Fuerza han creado pequeñas unidades de cosecha y de producción. Las recolectoras recogen a los pies del árbol los dátiles y las nueces de balanités que caen cuando maduran. (Un árbol de Balanites aegyptiaca puede producir unos 10 000 dátiles al año).
(Fuente: Document del PNUD sobre los productos forestales no leñosos en Burkina Faso).

La Señora Juliette Kongo conoce muy bien el Balanites. Ella misma participó en el concurso de cocina en la Semana Nacional de la Cultura, en Bobodiulaso. Presentó bolitas de «tchagla» (Balanites). Nos explica su preparación: «primero hay que romper las semillas de Balanites y hervirlas con una hoja de otro árbol para quitarle su sabor amargo. Después, se trituran o pican tres pollos y se mezclan con harina de mijo. Se hace la masa con especies para darse un buen sabor y finalmente se hacen las albóndigas antes de freírlas.”
Fui a ver a la Señora Juliette Kongo a su pueblo natal, (Wagesetenga), cerca de Ziniare, donde ha creado la asociación “Taab Yinga” que promociona los productos forestales no leñosos. Justamente tenía en sus manos un plato de hojas de frijoles y almendras de balanités. Me enseño su museo de la mujer… Y despertó mi curiosidad hablándome de uno de sus platos favoritos, “el cuscús de nenúfar o lirio de agua”. Una tarde, me invitó a su casa, en familia, en Ouagadugu, para descubrir ese famoso cuscús, hecho con granos de nenúfar (se cosecha en diciembre y enero). No me decepcionó, el cuscús estaba riquísimo y la salsa, excelente.

Me paro aquí, aunque no he agotado el tema. Cada producto forestal no leñoso merecería una o varias cartas. Os deseo, entre otras cosas, que, en un futuro próximo, tengáis la oportunidad de disfrutar un cuscús de nenúfar con salsa de orugas de karité, acompañado de albóndigas de pollo al balanites.

Autor

  • Oudet, Mauricio

    Nacido en 1944, trabajó como cooperante en Alto Volta (Actual Burkina Fasso en 1966-67 . Ordenado sacerdote en 1971 , es Misionero de África. Nombrado en Burkina Fasso en 1972. Presidente del SEDELAN . Servicio de ediciónn lenguas nacionales de Burkina Faso

    Este servicio nació en 1997 por iniciativa del P. Maurice OUDET, para dar una respuesta a las necesidades de información y de formación del mundo rural.
    Su sede se encuentra en el edificio de la Comunidad de los Misioneros de África en Kudugu.

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