“Las ayudas que Europa dedica a combatir la inmigración debe dedicarlas a la sociedad civil africana y no a sus gobiernos”

19/12/2008 | Entrevistas

Abdellah El Hairach, trabaja con la Asociación Sur para la Migración y el Desarrollo, ubicada en El Aiún, al sur de Marruecos, como él mismo aclara, en el antiguo Sáhara español. “Sinceramente, hay una gran dificultad para hacer el trabajo de las asociaciones, pero nosotros nos hemos destacado por no pertenecer a ninguna organización política, ya sea el Polisario, ya sea Marruecos, sino por trabajar con el ser humano”, puntualiza Abdellah.

Abdellah El Hairach participó en diversas conferencias y talleres del III Foro Mundial Social de las Migraciones, celebrado el pasado mes de septiembre en Rivas Vaciamadrid. Este hombre afable y educado habla un español perfecto y con calma, describe la situación de los inmigrantes en el norte de África, la cual conoce de primerísima mano.

La omnipresencia de los subsaharianos en el Aiún, en Ndagna, en Asmara y otras ciudades les ha obligado a tenerlos en cuenta y comenzar a prestar ayuda humanitaria y sanitaria a los africanos del sur. “Cuanto más nos acercamos a ellos más conocemos su sufrimiento, ya sea por causas políticas, económicas o ecológicas”. De este conocimiento nació la idea de acercarse más a otras personas que no están implicadas directamente con la emigración, se trata de las madres de los chicos y chicas que mueren entre el sur de Marruecos y las islas Canarias, mientras intentan llegar a Europa. “Estamos sensibilizando, nos estamos acercando a ellas para comprender su sufrimiento y para mostrarles que hay gente que se interesa por ellas”. Además, intentan unir todos los esfuerzos que se puedan hacer para hablar abiertamente de la realidad de la migración, que antes era un tabú en África, y mucho más en una zona conflictiva como es el Sáhara Occidental.

La Asociación de Abdallah busca alternativas para estas mujeres que consisten en buscar proyectos de desarrollo para ellas, para que tengan un medio de vida y una manera de mantener a sus familias. Forman cooperativas, entre las mujeres y la gente de la asociación. “La verdad es que las mujeres se interesan mucho por esto, un proyecto embrionario, que acabamos de comenzar y estamos trabajando en ello”.

El Hairach hace una velada crítica a las ONG y demás organismos internacionales que trabajan en el campo humanitario, entre ellos y sobre todo, a los españoles, que parecen haber olvidado que en el Sáhara Occidental, también hay saharauis, no sólo en los campos de refugiados de Argelia. “Quiero matizar que nuestra zona está privada de relaciones internacionales y con ONG. Se lo digo a los españoles: nosotros somos saharauis y trabajamos en este dominio y no tienen que detenerse por la situación política del Sáhara, porque esas son unas posiciones que no deben influir en el trabajo de las asociaciones humanitarias”. Esta zona, que fue española y ahora está bajo la administración marroquí, para la que el Frente Polisario reclama la independencia y a la que Marruecos no ofrece más que un plan de autonomía, está privada de todo contacto con ONG y administraciones gubernamentales, por su “especial situación política”. Tal vez sea la burocracia la que impide que les llegue apoyo, por no saber a qué nivel tratar con ellos –país africano como reconoce la Unión Africana; autonomía marroquí, como defiende el reino de Marruecos; territorio ocupado, como reclama el Frente Polisario…- tal vez sea por partidismos y posicionamientos políticos, pero lo cierto es que ellos, su asociación, no están afiliados a ningún bando más que al humano, al de ayudar a los que sufren sin importar su nacionalidad ni su ideología.

Fundación Sur: ¿Por qué dice que las mujeres son las que sufren la muerte de los jóvenes en el mar? ¿y los hombres?

Abdellah El Hairach: Yo hice unos estudios dentro de nuestra asociación sobre Mali, Senegal, Mauritania y el sur en general. Hemos descubierto que las que financian la travesía de los emigrantes casi siempre son las madres. Los padres… no es que no quieran ayudar a sus hijos, pero la parte afectiva es la que más influye en esta emigración, y la parte afectiva la protagonizan las madres, por eso nos hemos dedicado a ellas, aunque no exclusivamente.

Fundación Sur: ¿Qué recomienda a los inmigrantes en España?

A. H. Yo les diría a los que están en España, que piensen en la inserción social completa. Pueden salvaguardar su cultura original, pero también deben integrarse en la sociedad española, la que yo conozco muy bien, es una sociedad muy acogedora. Siempre hay ciertas reservas, pero debemos considerar esas reservas como pequeños obstáculos que debemos eliminar. Lo más propio sería aceptar al otro para ser aceptado.

Fundación Sur: Ha dicho que conoce bien España ¿Qué opina de la Directiva del Retorno que ha adoptado España?

A. H.: Sí, conozco España porque yo he sido español. He vivido en la época en la que había zonas en el Sáhara donde sólo se hablaba el español. Pero nunca he estado en España ni he estudiado en España, solamente con ocasión de estos foros. Creo que con la Directiva de la vergüenza, retornar a los inmigrantes sería echar a los migrantes a los perros del África, y yo no quiero que lleguemos a eso, porque se está despertando una contraofensiva muy negativa en el continente africano, «a nosotros no nos dejan ir a Europa, mientras que todos vienen a África». Creo que la migración es un fenómeno histórico, nació desde el principio del ser humano en la tierra. No podemos detener estos flujos migratorios.

Puede haber alternativas para no practicar esta externalización de la política europea y retornar forzosamente o no a los inmigrantes a sus países respectivos. La alternativa más interesante, en mi opinión, es que las ayudas que los Estados europeos dedican a combatir la inmigración deben dedicarla a la sociedad civil africana y no a sus gobiernos. Se lo digo con toda sinceridad. Eso es enriquecer a los dictadores y empobrecer a las poblaciones africanas y matar la democracia. Estamos hablando de la parte negativa de la ayuda europea, pero también podemos hablar de la parte positiva, cuando Europa no financia el método de seguridad, sino que implanta una política más abierta en África. Que dedique su dinero a trabajar por la democracia en África y que evite que accedan al poder dictadores, estafadores, gente que está apoyada por España, Francia o Italia. Porque Europa viene a enriquecerse a África, pero luego dice «Queremos el África, pero no queremos a los africanos».

Fundación Sur: ¿Tiene alguna esperanza en que un Foro como el Foro mundial de las Migraciones logre algún avance práctico?

A. H.: Bueno… nuestra experiencia en este tipo de reuniones es que sí, que se consigue algo, aunque es muy limitado y muy tímido. Creo que por falta de medios, por falta de financiación a la sociedad civil… nosotros no podemos llegar a mucha gente desde aquí, pero no nos vamos a detener.

Antes se decía que los muros tienen oídos, ahora yo creo que lo que ocurre es al contrario que ¡los oídos tienen muros! Nadie quiere escuchar. Por eso aquí se intenta alzar la voz contra lo mal que estamos viviendo, sea en Europa o en África, porque si no fuese por gente de Europa que intenta conectar con la sociedad civil africana, no estaríamos aquí. Yo creo que todavía somos débiles y las razones son: falta de financiación de la sociedad civil africana, falta de comprensión del planteamiento asociativo africano y por eso la sociedad civil de todo el mundo está avanzando. Creo que si Europa diera la misma atención que está dando a América Latina, a África, habría un cambio muy positivo y muy rápido.

Fundación Sur: Los medios de comunicación en África están muy limitados…

A.H.: Usted sabe que en España cuando hay un Gobierno dado, los medios de comunicación ligados a ese Gobierno siempre intentan iluminar las actividades del mismo. Eso es lo que está ocurriendo en África. Por falta de democracia no se puede alzar la voz, no se puede ser honesto en la información y, claro, los Gobiernos intentan desarrollar todos los medios de comunicación en su favor, y apagar las otras voces que pueden manifestar una ideología diferente para el cambio. Para mí es lógico, como somos débiles no podemos llegar a que la prensa africana tenga una voz democrática porque no está apoyada, no está a cargo de movimientos internacionales fuertes. Por eso esa debilidad alimenta a los otros medios de comunicación, que están ligados a los Gobiernos de los países africanos.

Fundación Sur: ¿Piensa que hay que informar mejor a la sociedad española sobre África?

A. H.: Creo que es una labor imprescindible y esencial porque conocer al otro es conocer una cultura, conocer a unos seres humanos, conocer una vida que nos parece muy diferente, pero que por el contrario podemos tener muchas cosas en común es muy enriquecedor y así habitamos en esta parcela del universo, que es la tierra.
Sinceramente es un trabajo que todos debemos llevar a cabo y apoyar. África es un continente muy rico, es un verdadero mosaico de culturas y cuando más culturas conozcamos, más fácil nos sería comunicarnos con los otros en general. España no debe tener miedo de África, porque supone una riqueza humana que se está perdiendo en Europa, pero que perdura en África, ese calor humano que reina entre los africanos y no entre los europeos es algo que se debería aprovechar.

Fundación Sur

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