La rivalidad entre las diversas facciones de Boko Haram en los últimos años ha resultado en una imparable escalada de la violencia en el Norte de Nigeria. Ansaru, un grupo disidente de Boko Haram fundado en el 2011-2012, que si bien en sus inicios ofreció protección a las comunidades vulnerables de mayoría musulmana para, progresivamente, apropiarse de la zona a base de sembrar el terror entre los ciudadanos locales, perdió el año pasado el control de las localidades bajo su poder a manos de los bandido. Esta situación ha propiciado que el área haya sido asolada.
Otras facciones de Boko Haram han encontrado también en el noroeste de Nigeria un lugar donde asentar sus tropas. La ISWAP, la Provincia de África Occidental del Estado Islámico, se convirtió en el 2021 en el bando predominante, con el empleo de la guerra de guerrillas contra el ejército nigeriano.
Por otra parte, el JAS, también ha empleado nuevas tácticas de guerra, parecidas a las utilizadas por ISWAP. La solicitud que hizo esta última en el año 2021 a JAS para consolidar fuerzas en la región del Norte fue rechazada. En respuesta, el JAS realizó ataques contra ISWAP que dejaron numerosas víctimas. El conflicto no se ha detenido y a medida que continúa las zonas afectadas del Norte se vuelven más numerosas debido a la búsqueda por parte de estos grupos de nuevos apoyos y colaboración.
[Fuente: Al Jazeera]
[Traducción y Edición: Yara Fernández]
[CIDAF-UCM]