El primer ministro de Zimbabue, Morgan Tsvangirai, ha declarado que la violencia y la intimidación llevada a cabo por el ejército están dificultando los intentos de redactar una nueva constitución y que pretende discutir este problema con el presidente.
Un frágil gobierno de unidad, formado por Tsvangirai y Robert Mugabe el año pasado, después de las disputadas elecciones de 2008, está haciendo el borrador de la nueva Carta Magna, para reemplazar el documento que lleva en vigor desde la independencia, aprobado en 1979, un proceso que se espera que culmine con la celebración de unas nuevas elecciones presidenciales.
Las consultas públicas sobre la constitución han puesto de relieve las continuas tensiones entre los partidos Zanu PF de Mugabe y el MDC de Tsvangirai. El pasado fin de semana, los enfrentamientos entre los seguidores de ambos partidos se volvieron tan violentos que los funcionarios tuvieron que suspender el proceso de consultas populares. “Este proceso no supera el examen de legitimidad, credibilidad y de estar impulsado por el pueblo”, lamentó Tsvangirai, mientras anunciaba que se reuniría con los demás responsables del gobierno para hacer un plan de avance.
“Hemos constatado con preocupación la militarización del proceso, el ejército está interfiriendo en un proceso puramente civil. Informes desde todas las partes del país lo demuestran”, señaló el primer ministro de Zimbabue.
Debate sobre el puesto de primer ministro
La intención de redactar una nueva constitución está siendo dirigida por un comité parlamentario entre partidos y grupos de la sociedad civil.
Tsvangirai, que venció a Mugabe en la primera ronda de las presidenciales en marzo de 2008, boicoteó la segunda ronda de votaciones alegando la violenta represión de los miembros y seguidores de su partido, de los cuales habían muerto ya 200.
El MDC ha intentado activamente lograr una nueva constitución para garantizar unas elecciones libres y reforzar las libertades políticas y de los medios, además de fortalecer el rol del parlamento.
Se espera que la nueva constitución introduzca un capítulo que estipule el límite de dos mandatos de cinco años en el poder y no termina el debate entre el ZanuPF y el MDC sobre si mantener el cargo de primer ministro.
La actual constitución de Zimbabue no pone límite de mandatos, una situación que ha permitido que Mugabe permanezca en el poder desde la independencia del país, en 1980.
Los votantes rechazaron un borrador de constitución redactado en 2000, en un referéndum nacional que ya puso de manifiesto que el MDC y Tsvangirai eran el desafío más fuerte contra la permanencia de Mugabe en el poder.
Está previsto celebrar un referéndum sobre esta nueva constitución para julio del año próximo.
Incidentes violentos
El pasado fin de semana, centenares de jóvenes partidarios del Zanu PF, de Mugabe, se desplazaron en autobuses desde las zonas rurales hasta la capital, Harare, donde se celebraban diferentes reuniones consultivas sobre el borrador de la constitución. Allí protagonizaron ataques a los diferentes lugares donde se celebraban las reuniones, hasta que obligaron a suspenderlas. Tras estos ataques, un hombre ha muerto y otras 11 personas resultaron heridas.
Los testigos afirman que había un enorme despliegue de policía y fuerzas de seguridad por toda la capital, pero no actuaron mientras las juventudes del partido del presidente lanzaban piedras a los seguidores del MDC, atacaron con barras de hierro a varios miembros del partido del primer ministro que participaban en las reuniones y expulsaron a los participantes de los comités que eran blancos, todo bajo la mirada de las fuerzas de seguridad.
(Mail & Guardian/News 24, Suráfrica, 23-09-10)