Las autoridades kenianas han desplegado la policía para aplacar cualquier signo de malestar o violencia. La medida se tomo tras los enfrentamientos que estallaron después de que el Tribunal Supremo confirmara la victoria Uhuru Kenyatta, en las presidenciales que se celebraron el 4 de marzo.
Las fuerzas de seguridad en la ciudad portuaria de Kisumu se enfrentaron a pequeños grupos de manifestantes el domingo que todavía estaban enojados por la decisión de la Corte Suprema sobre el resultado. El candidato Raila Odinga, que es oriundo de Kisumu, oficialmente perdió las elecciones ante el presidente electo, Kenyatta Uhuru, conforme anunciaron los jueces más importantes del país el sábado 30 de marzo.
La ciudad se mantuvo en general en calma durante el domingo de Pascua, pero se han abierto algunos focos de violencia en algunos distritos locales que han hecho que la sociedad keniana haya expresado su preocupación de que la violencia podría estallar de nuevo.
«Había caos en lugares donde la gente estaba tirando piedras. Ahora tenemos agentes que vigilan la situación general», dijo el jefe de policía Ole Metito.
A pesar de la aceptación pública de Odinga de la decisión judicial del sábado, sus partidarios se amotinaron en las calles de la ciudad. Dos hombres jóvenes que participan en las protestas violentas fueron disparados fatalmente y al menos cinco personas resultaron heridas.
Las autoridades de Kenia han mostrado preocupación de que los enfrentamientos tribales se asemejen a los que estallaron después de las últimas elecciones y que podrían interrumpir la relativa calma en todo el país. En 2007, más de 1.200 personas murieron en la violencia post-electoral.
La victoria de Kenyatta ya es completamente oficial su contendiente Odinga presentó una impugnación contra los resultados de 04 de marzo, alegando que la manipulación del voto, los problemas con el registro de votantes y los problemas técnicos del sistema de votación electrónica habían estropeado el resultado.
Kenyatta ganó con un estrecho margen de 50.07 por ciento, apenas obteniendo el 50 por ciento necesario de los 12,3 millones de votos emitidos.
El tribunal integrado por seis miembros falló unánimemente el sábado confirmando que las elecciones habían sido «libres, justas, transparentes y creíbles», a pesar de las conclusiones de un informe judicial que había señalado las peculiaridades en el recuento de los votos en cinco de los 22 centros de votación.
«El tribunal ha hablado», dijo Odinga en reacción al veredicto. «Me gustaría ahora escuchar que tiene que decir el presidente electo, el honorable Uhuru Kenyatta, y su equipo también.»
El nuevo presidente se dirigió a la preocupación que sienten las personas en Kenia.
«Quiero asegurar a los kenianos que nuestro gobierno va a ser de lo más inclusivo posible y así lo manifiesta el rostro de nuestro gran país», dijo durante un discurso televisado el nuevo presidente del país Kenyatta.
Kenyatta sigue enfrentando cargos en la Corte Penal Internacional de La Haya por las acusaciones de que ayudó a incitar a la violencia posterior a las elecciones en 2007.
(Duetsche Welle, 31 de marzo de 2013)
Noticia traducida y enviada por Eva Estaun, analista político de la Universidad Católica del África Oriental, en Nairobi, Kenia.