La oscura venta de minas muy rentables por parte del gobierno de la RDC, se convierte en un candente tema electoral
Las compañías mineras que se han visto despojadas de valiosas concesiones en la RDC han estado sondeando a la oposición, antes de las elecciones presidenciales, que están previstas para el 28 de noviembre. El principal opositor al actual presidente Joseph Kabila, Etienne Tshisekedi wa Mulumba, viajó a Canadá en septiembre para reunirse con los directivos de First Quantum Minerals, una de las compañías más afectadas por la venta y confiscaciones obligatorias de activos. First Quantum está en litigios con el gobierno de Kinshasa por la pérdida de sus concesiones mientras que el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial han llamado la atención a la compañía estatal Gécamines, por contratos de minería secretos.
Tshisekedi, líder veterano de la Unión para la Democracia y el Progreso Social, UPDS, invitó a First Quantum y otros inversores a “volver después del 6 de diciembre, cuando Kabila se habría marchado”, para aprovechar un mejor ambiente para los negocios. A cambio, una agencia de noticias propiedad de un aliado de Kabila, ha acusado a Tshisekedi de actuar “contra su propio pueblo”. Los medios pro-Kabila denuncian las conversaciones de Tshisekedi con las compañías mineras mientras que la oposición critica duramente al gobierno por vender el patrimonio minero del país a precios de saldo.
Una de las primeras disputas de First Quantum, a la que se ha referido el Centro Internacional de Resolución de Disputas de Inversión del Banco Mundial, ICSID, tiene que ver con la decisión del tribunal supremo de Kipushi, de ratificar la absorción de las concesiones de cobre y cobalto de Frontier and Lonshi por parte de una compañía de Hong Kong, Fortune Ahead Limited, en asociación con la estatal Sociedad de Desarrollo Industrial y Minero de Congo, Somico, en 2010. Otra disputa de First Quantum, que ha sido trasferida al tribunal de la Cámara de Comercio Internacional de París, tiene que ver con la trasferencia en septiembre de 2009 de su concesión Kingamyambo Musonoi Tailings, KMT, a la misteriosa compañía Highwind, registrada en las islas Vírgenes británicas, (BVI, AC, Vol 51 no 19, The Bonus Culture). Se cree que Highwind está asociada con el polémico hombre de negocios israelí Dan Gertler, uno de los más firmes y ricos defensores de Kabila. Recientemente, Highwind vendió la concesión de KMT a la corporación de Recursos Naturales de Eurasia, ENRC, de Kazakstán, en misteriosas circunstancias. La concesión que podría contener 326.000 toneladas de cobre y 69.000 toneladas de cobalto, tiene un valor de 5.000 millones de dólares.
IFM y BM no están contentos
El viaje de Etienne Tshisekedi a Canadá molestó a Kabila, ya que se produjo tras la presión ejercida por el Banco Mundial con respecto a la gestión de los contratos mineros. El brazo de inversión en el sector privado del Banco, la Corporación Internacional de Finanzas, es un socio junto a First Quantum en KMT. El Fondo Monetario Internacional también está disgustado y podría retener algunos pagos de su Servicio de Crédito Ampliado de 240 millones de dólares, como resultado.
El FMI ha pedido al gobierno que aclare varios contratos oscuros firmados por Gécamines, que sugieren que activos del estado han sido vendidos por precios absurdamente bajos, principalmente la venta de Sodimico a Fortune Ahead del 30 % de sus acciones en los depósitos de Lonshi y Frontier. El miembro de la oposición en el parlamento, Modeste Bahati Lukwebo, de la Comisión Económica y Financiera de la Asamblea Nacional, Ecofin, y que lidera la Alianza de Fuerzas Democráticas del Congo, afirma que Fortune Ahead pagó a Sodimico sólo un tercio del verdadero valor de las participaciones. Esto supondría unas pérdidas para el estado de 870 millones de dólares. Un intercambio de cartas entre Sodimico y el ministro de Minas, Martin Kabwelulu Labilo, muestra que el acuerdo de asociación entre Sodimico y Fortune Ahead es sobre los activos que antes pertenecían a First Quantum.
A principios de este año, Gécamines vendió en secreto un 20 % de sus acciones (con su empresa conjunta asociada) en la explotación minera de Mutanda, que opera Samref Congo, y de la cual un 50 % pertenece a Glencore, a Rowny Assets, otra compañía registrada en las Islas Vírgenes británicas, asociada a Gertler, (AC Vol 52 no 16, Mutatis mutandis). Gécamines también dispuso silenciosamente del 25 % de una firma minera llamada Kansuki Investments, a la corporación Biko Invest, también relacionada con Gertler. Basándonos en los cálculos realizados por los consultores de Golder Associates, que decían que sólo el depósito de Mumi valía 3.000 millones de dólares, un grupo de derechos humanos, Acción contra la Impunidad por los Derechos Humanos, ACIDH, ha calculado que la venta ha supuesto la cesión de activos por valor de 600 millones de dólares, más 200 millones en royalties. Prácticamente se podría decir lo mismo de Kansuki. Glencore, su principal accionista, propietario del 37.5 %, evaluó su capacidad de producción en alrededor de 17.000 toneladas de cobalto y 90.000 toneladas de cobre.
Gécamines, un asunto privado
El director ejecutivo de Gécamines, Albert Yuma Mulimbi, ha rechazado todas las peticiones desde el ministerio de Minas hasta el FMI y otros, para publicar los polémicos contratos, afirmando que como compañía privada, no está obligada a ello, y eso a pesar de que el estado es propietario de todas sus acciones. El gobierno ha ordenado a Yuma, creemos, que no dé la información.
Las compañías mineras, y el ministro a cargo de los Activos del estado, Jeannine Mabunda Lioko, observarán con atención a un parlamentario del Movimiento de Liberación del Congo, MLC, Fidèle Babala. En abril de 2010, desveló que la Oficina de Minas de Kilo Moto, Okimo, propiedad del estado, había vendido el 20 % de sus acciones en empresa conjunta de las minas de oro de Kibali, por 113 millones de dólares a sus socios de Anglo Gold Ashanti y Randgold. El parlamentario calculó que esto podría suponer unas reservas –certificadas, medidas o probables- de 28 millones de onzas de oro, con un valor de 30.000 millones de dólares. Babala declaró que este acuerdo le había costado al estado varios miles de millones de dólares.
El senador David Mutamba Dibwe, que dirigió la comisión de investigación sobre el sector minero en 2009, reveló que, en las dos provincias de Kivu, Manyema y la provincia Oriental, el 80 % de las exportaciones de oro estaban fuera del control del estado y marcadas por ser “fraude a gran escala”. Las exportaciones oficiales de oro eran de 121.58 kilogramos en 2007, y unos 71 kilogramos en 2008.
En 1983, se registraron exportaciones de 6 toneladas, mientras que el Centro oficial de evaluación, peritaje y certificación de materias preciosas, CEEC, ha calculado que las exportaciones reales son de 40 toneladas al año, lo que significa que el estado podría haber perdido 1.230 millones de dólares. La comisión Mutamba también averiguó que en la provincia de Kasai Oriental, el declive de lo que era el orgullo y la fortuna de la provincia, la Minería de Bakwanga, Miba, es completamente por culpa de Kinshasa. El informe habla de la “negligencia y el descuido del gobierno, nombramientos a cambio de favores en lugar de por la capacitación, y repetidos atracos a los fondos propiedad de la empresa”. El 25 de octubre, una conferencia, organizada por la sociedad civil de Katanga, declaró, con Mutamba presente, que apenas había cambiado nada y que el sector minero se caracteriza por “el fraude generalizado”.
(Africa Confidential, 18 noviembre 2011. Vol 52 no 23)