La Unión Africana (UA), compuesta por 55 estados africanos y cuyos objetivos son, entre otros, el compromiso, la cooperación, el desarrollo y la eliminación de los vestigios del período colonial desde su funcionamiento en 2002, ha pedido ayuda internacional para poder gestionar la crisis en Malí.
Mahamoud Ali Youssouf, presidente de la Comisión de la Unión Africana, ha expresado su preocupación por el deterioro de la situación en el país saheliano, donde grupos terroristas han impuesto un bloqueo que “ha interrumpido el suministro de productos básicos y exacerbado la crisis humanitaria que afecta a la población civil, además de provocar un aumento de los secuestros”. Youssouf considera de suma importancia que el país reciba ayuda a nivel internacional para poder combatir la inseguridad, la inestabilidad y el terrorismo. La UA ha afirmado su compromiso con el gobierno del país, así como con las familias de los afectados, reiterando su “compromiso de apoyar los esfuerzos de paz, seguridad y desarrollo en la región del Sahel”.
El grupo yihadista Jama’at Nusrat al-Islam wal-Muslimin (JNIM), vinculado a Al Qaeda, está cada vez más presente en el país, habiendo bloqueado el acceso al combustible, lo que ha ocasionado que “escuelas y negocios se hayan visto forzados a cerrar”, y aumentado el número de secuestros, que son cada vez más frecuentes. Algunos analistas se cuestionan sobre la eventualidad de que el grupo terrorista pueda llegar a hacerse con el poder y cada vez parece más factible la posibilidad de que el ejecutivo militar golpista, que se alzó con la dirección del país aduciendo la debilidad del gobierno democráticamente elegido, se vea forzado a pactar con los yihadistas.
Fuentes: AlJazeera – Qiraat African
[CIDAF – UCM]