El Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana, PSC, expresó el día 11 de marzo su “profunda preocupación” por los acontecimientos de Libia mientras los observadores planteaban preguntas sobre la lenta y reservada respuesta del organismo continental a la crisis en el norte de África.
“El consejo reafirma su firme compromiso al respecto de la unidad e integridad territorial de Libia, así como su rechazo a cualquier forma de intervención militar exterior”, declaró Ramadam Lamamra, comisario de la UA para la Paz y la Seguridad, tras la conclusión de la reunión del PZC, en Addis Abeba, a la que asistieron varios jefes de estado.
El Consejo expresó su profunda preocupación por la crisis en Libia, que asegura “supone una grave amenaza para la paz y la seguridad en el país y en la región”. “La UA ha condenado con fuerza el uso desproporcionado de la fuerza”, declaró Lamamra.
“El consejo ha tomado nota de la disponibilidad del gobierno de Libia para comprometerse con el camino de las reformas políticas”, añadió.
Se teme que hayan muerto miles de personas como resultado de los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los rebeldes que se manifiestan contra Gadafi y han tomado algunas partes de Libia en febrero.
El día 11 de marzo, la asistente del secretario general de la ONU y vice coordinadora de Ayuda de Emergencia, Catherine Bragg, informó a los 192 estados miembros de la ONU que unas 250.000 personas han huido de Libia a los países vecinos.
Estados Unidos y Europa, están divididos sobre si deberían presionar con opciones militares como zona de exclusión de vuelo, o ataques limitados. La Liga Árabe y los estados del Golfo han solicitado la primera opción, instando al Consejo de Seguridad de las naciones unidas a intervenir para proteger a la población libia de los ataques aéreos.
Sin embargo, la UA ha indicado el día 11 de marzo que rechaza cualquier intervención militar extranjera para detener la escalada de violencia en Libia.
Los países árabes del golfo también han dicho que el gobierno de Gadafi ya no es legítimo y Francia y Gran Bretaña, conjuntamente han pedido a la Unión Europea que reconozca al consejo rebelde, asentado en Bengasi.
Pero Lamamra no quiso hacer comentarios sobre la decisión de Francia de reconocer al enviado de Libia de la oposición del Consejo Nacional. Explicó que la UA ha decidido establecer un panel de alto nivel para observar de cerca la crisis y trabajar en pro del “cese inmediato de las hostilidades”, aunque sus miembros no han sido nombrados todavía.
“El Consejo ha expresado la solidaridad de la UA con Libia, y reafirma la legitimidad de las aspiraciones del pueblo libio, de democracia, reformas políticas, justicia, paz y seguridad, así como desarrollo social y económico”.
Libia es miembro del Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana y estuvo representada en esta reunión por el ministro de Exteriores, Moussa Koussa.
“Organización mafiosa”
Estas declaraciones aparentemente conservadoras sobre Líbia probablemente atraerán más reproches hacia este organismo, descrito por sus críticos como un refugio seguro para déspotas y líderes corruptos, con malos historiales en cuanto a derechos humanos.
Hadi Shalluf, un líder de la oposición de libia, que vive en París, restó importancia a la reacción de la UA ante los acontecimientos, describiendo el organismo panafricano como una “organización mafiosa”.
“Nadie espera mucho de la Unión Africana, de ningún modo. Son todos criminales y nosotros [los libios] deberíamos retirarnos de esa organización”, señaló Shalluf a Sudán Tribune.
Pero algunos expertos prevén más daño a la credibilidad de la Unión Africana, a largo plazo, según se van desarrollando los acontecimientos en Libia.
Laura Seay, una especialista en África del Morehouse College, de Georgia, EEUU, declaró a la agencia de noticias VOA, que el Consejo de Paz y Seguridad de la UA, entre cuyo otros líderes está Robert Mugabe, de Zimbabue, Teodoro Obiang Nguema, de Guinea Ecuatorial, actual presidente de la Unión Africana, podría mostrarse dubitativo a la hora de tomar duras medidas contra los autócratas y dictadores. “Creo que la credibilidad de la UA depende un poco en entredicho”, afirma, “si van a ser capaces de formular respuestas efectivas y coherentes, y decir que la violencia contra los civiles es inaceptable para la UA. Eso va a marcar la gran diferencia sobre si tienen credibilidad no sólo en la escena internacional, sino también entre su propio pueblo”.
Delphine Lecoutre, una investigadora del Centro Francés de Estudios Etíopes, apunta a un comunicado emitido el mes pasado como ejemplo de la timidez del PSC frente al comportamiento de sus líderes. “Hubo un encuentro del PSC sobre Libia, que dio como resultado un comunicado “cosmético” que apenas condenaba la violencia en Libia y se expresaba en términos de vidas humanas y destrucción de la propiedad, pero nada al respecto de la situación política en el país”, afirma Lecoutre, “Es difícil para la UA abordar el caso”.
Un diplomático occidental declaró que occidente esperaba un comunicado más determinante sobre Libia. Dijo que no esperaban nada por debajo de la suspensión de Libia en la organización y posiblemente la aprobación de una zona de exclusión de vuelo, que hubiera sido considerada como una táctica evasiva.
El presidente de Suráfrica, Jacob Zuma, ha sido criticado en su país por el llamamiento que hizo a Gadafi la semana pasada. La televisión de Libia citó a Zuma diciendo a su homólogo que lo que debería investigar la UA es la “conspiración” contra él y el mundo no debería creer lo que los medios extranjeros están contando sobre Libia.
La oficina de Zuma emitió un comunicado al día siguiente diciendo que el reportaje de la televisión libia había sido “distorsionado”. Señalaba que Suráfrica había votado a favor de las sanciones contra Libia en el consejo de Seguridad de la ONU, y que Zuma ha condenado los asesinatos de civiles en Libia, durante su visita a Francia, la semana pasada.
El ministro de Relaciones Internacionales y Cooperación de Suráfrica, Maite Nkoana Mashabane dijo el día 8 de marzo que Zuma había aprovechado la llamada de Gadafi para explicar al líder libio por qué Suráfrica ha liderado la campaña para que su país sea suspendido en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la semana pasada.
El ministro también explicó por qué Suráfrica, junto con los otros dos países africanos del Consejo de Seguridad de la ONU, Nigeria y Gabón, han impulsado la resolución de imponer sanciones a Libia.
Gadafi, que tiene miles de millones de dólares a su disposición, es uno de los mayores benefactores de la UA, proporcionando, junto con otros cuatro países, el 75 % de su presupuesto.
El líder libio ha estado presionando durante años por un gobierno de Unidad Africana, diciendo que es la única manera de que África pueda desarrollarse sin la interferencia de occidente. Él quería que se concedieran mayores poderes al pequeño órgano ejecutivo de la organización, y que se remodelase como la Autoridad Africana.
(Sudan Tribune, 11-03-11)