Se trata de un primer tramo de fondos desbloqueados por la Unión Europea (UE) destinados a facilitar la paz en África, y se produce en el momento en el que el gobierno de Kampala ha solicitado cerca de 2,3 millones de euros para organizar el diálogo en la capital de Uganda.
La comunidad Internacional ha solicitado que se celebre, a la mayor celeridad, un diálogo con todos los protagonistas de la crisis actual en Burundi. La UE dice estar dispuesta a apoyar este proceso, pero insiste en que haya un diálogo lo más inclusivo posible.
Todo ello después de la muerte de un centenar de personas, el pasado viernes, tras un ataque simultáneo perpetrado por los insurgentes contra tres campamentos militares.
Los ministros de Exteriores de la Unión Europea se reunieron este lunes en Bruselas, donde el jefe de la diplomacia belga, Didier Reynders, habló sobre los «eventos catastróficos” sucedidos en Burundi y la necesidad de una acción concertada de los europeos. Igualmente abogó por el despliegue de una fuerza regional en Burundi.
La Comunidad Internacional ha solicitado la apertura de una investigación seria e independiente sobre la violencia de estos últimos días para que los responsables de estos actos sean identificados y llevados ante la justicia.
El pasado lunes 14 de diciembre se presentó ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU un proyecto de resolución. Se ha recomendado el despliegue urgente de una misión a Burundi para investigar las posibles violaciones de los derechos humanos. La resolución se debatirá el próximo jueves en una sesión extraordinaria del Consejo en Ginebra solicitada por los Estados Unidos para examinar la evolución de la situación en Burundi.
Abbas Mbazumutima
[Fundación Sur]