Hace tiempo que la UE tiene a África en la mira, ya que considera que tiene un alto potencial para convertirse en una industria de hidrógeno verde. Esto se enmarca un contexto en el que, tras la crisis energética desencadenada en Europa por la guerra entre Rusia y Ucrania, los dirigentes europeos han mirado hacia África como alternativa para la compra de recursos energéticos, sobre todo el gas natural.
Europa se enfoca cada vez más en lo que parece ser una carrera por construir fuentes de energía limpia como parte del esfuerzo por reducir el uso de combustibles fósiles. La UE y algunos de los países y compañías asociados a ella han comenzado a realizar compromisos con la producción de hidrógeno verde y otras formas de energía limpia en África, incluyendo además disposiciones para la exportación del producto final hacia Europa.
Por ejemplo, un consorcio internacional conformado por Conjuncta (desarrollador de proyectos alemán), MASDAR (empresa de energía renovable de Emiratos Árabes Unidos) e Infinity (proveedor egipcio de energías renovables) firmó un memorando de entendimiento con el Ministerio de Petróleo, Minas y Energía de Mauritania, que recoge un acuerdo entre ambas partes para la producción de hasta 8 millones de toneladas de hidrógeno verde anual para el mercado internacional. La Comisión de la UE y el Banco Europeo de Inversiones (BEI) también firmaron alianzas estratégicas con Kenia y Marruecos para la realización de inversiones multimillonarias en la producción de hidrógeno verde.
Estas y otras alianzas emergentes se están documentando en diferentes reportes, incluyendo el informe “Africa’s Extraordinary Green Hydrogen Potential” publicado por el BEI en 2022, que muestra el gran potencial para la industria del hidrógeno verde en Marruecos, Sudáfrica y Egipto.
Fuente: The North Africa Post
[Traducción y edición, Itzá Camacho de Domingo]
[CIDAF-UCM]
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