La teoría del alfiler, por Rafael Muñoz Abad -Centro de Estudios Africanos de la ULL.

26/06/2013 | Bitácora africana

La descolonización francesa fue un matrimonio de conveniencia donde se concedió a los africanos un sillón en las Naciones Unidas a cambio de mantenerles subordinados a los designios económicos de la ex metrópoli. El enlace se cimentó con el Franco CFA y se le quiso dar alma bajo el pensamiento de la françafique. Tutelaje “filantrópico” que no tenía por qué ser rival del panafricanismo ni de la negritude. Ahí es nada. ¿Cuál es el coste hora de navegación – combustible que genera transportar un alfiler desde Le Havre a Dakar? La respuesta y su análisis, nos dará una visión de lo que podría representar Canarias como centro de distribución de manufacturas hacia el Africa occidental. Al carecer de sector primario o industria de base, no podemos competir con el consolidado monopolio exportador francés para con sus excolonias. Razón por la que deberíamos jugarnos el siguiente órdago: apostar por ser un hub o centro distribuidor de bienes de consumo de cara al continente vecino. Nuestra geografía ahorraría al alfiler más de 60 horas de navegación; pudiéndolo vender al comerciante de Dakar a un precio más competitivo del que proviene de Francia. Canarias tiene la seguridad física y jurídica que no aún no pueden ofrecer algunos estados vecinos. ¿Si eso es cierto, qué es lo que ocurre para no terminar de ir a por el mercado africano? En mi humilde opinión, en nuestras mentes, aún no hemos derribado los prejuicios que todavía se tienen hacia Africa; seguimos enganchados a un modelo turístico agotado y al suvbencionismo más electoralista. Demás, que el pensamiento insular es una ramificación de la rancia y encorsetada visión, ya no española, sino castellana, del comercio de ultramar y la falta de miras. Lejos de la Europa continental y a las puertas de Africa, resulta incomprensible como España no ha tenido, para bien de sus intereses económicos y geoestratégicos, ni los arrestos, ni la agudeza, de mover el alfil canario para poner en jaque el monopolio comercial africano francés. Claro que, reparando en el cariz de buena parte de nuestra clase política, que cree que Conakry es una receta de pollo hindú, poco se puede esperar. Canarias podría ser una pica en Africa en potencia. Día que pasa, día que perdemos oportunidades.

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Autor

  • Doctor en Marina Civil.

    Cuando por primera vez llegué a Ciudad del Cabo supe que era el sitio y se cerró así el círculo abierto una tarde de los setenta frente a un desgastado atlas de Reader´s Digest. El por qué está de más y todo pasó a un segundo plano. África suele elegir de la misma manera que un gato o los libros nos escogen; no entra en tus cálculos. Con un doctorado en evolución e historia de la navegación me gano la vida como profesor asociado de la Universidad de la Laguna y desde el año 2003 trabajando como controlador. Piloto de la marina mercante, con frecuencia echo de falta la mar y su soledad en sus guardias de inalcanzable horizonte azul. De trabajar para Salvamento Marítimo aprendí a respetar el coraje de los que en un cayuco, dejando atrás semanas de zarandeo en ese otro océano de arena que es el Sahel, ven por primera vez la mar en Dakar o Nuadibú rumbo a El Dorado de los papeles europeos y su incierto destino. Angola, Costa de Marfil, Ghana, Mauritania, Senegal…pero sobre todo Sudáfrica y Namibia, son las que llenan mis acuarelas africanas. En su momento en forma de estudios y trabajo y después por mero vagabundeo, la conexión emocional con África austral es demasiado no mundana para intentar osar explicarla. El africanista nace y no se hace aunque pueda intentarlo y, si bien no sé nada de África, sí que aprendí más sentado en un café de Luanda viendo la gente pasar que bajo las decenas de libros que cogen polvo en mi biblioteca… sé dónde me voy a morir pero también lo saben la brisa de El Cabo de Buena Esperanza o el silencio del Namib.

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    @CEAULL

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