Los líderes del la región del Sur de África han pedido a la comunidad internacional que rechace los planes de Andri Rajoelina, respaldado por el ejército de Madagascar, de ignorar las negociaciones para el reparto de poder y celebrar elecciones.
Los líderes declararon, después de una reunión especial para tratar sobre Madagascar y Zimbabue, organizada por el órgano de Seguridad de la Comunidad para el Desarrollo del África Austral, SADC, que estaban profundamente preocupados, sobre la crisis política de la isla del océano Índico.
Rajoelina, que derrocó al presidente Marc Ravalomanana en un golpe apoyado por los militares, el pasado mes de marzo, está siguiendo adelante con los planes unilaterales de celebrar elecciones parlamentarias, semanas después de que se le pusiera al alcance un gobierno de reparto de poder.
“La cumbre rechaza cualquier intento de utilizar medios, instituciones y procesos democráticos, para legitimar gobiernos que llegaron al poder por medios anticonstitucionales”, asegura la SADC en un comunicado después de la reunión, celebrada en la capital de Mozambique, Maputo.
“La cumbre también rechaza el plan unilateral del gobierno “de facto” de Madagascar de reorganizar la transición y celebrar elecciones legislativas en marzo de 2010”, continúa el comunicado.
Reparto de poder
La SADC, que ha suspendido a Madagascar como miembro del bloque, pidió que se retomasen las conversaciones sobre el reparto de poder.
Rajoelina, de 35 años, rompió una serie de acuerdos internacionales que se habían alcanzado, poco después de Navidad y nombró a un alto oficial militar como primer ministro para gobernar el país, al que cada vez miran más inversores externos que quieren extraer oro y minerales.
La SADC dijo poco sobre Zimbabue, aparte de pedir con urgencia a todas las partes que “implementen las decisiones tomadas”.
El presidente Robert Mugabe y su eterni rival Morgan Tsvangirai, ahora primer ministro, formaron un gobierno de unidad el pasado mes de febrero, después de las disputadas elecciones, pero la coalición no ha funcionado por luchas por el poder.
Mugabe y Tsvangirai están todavía discutiendo por el nombramiento de los gobernadores provinciales y el presidente, de 85 años de edad, se niega a que el aliado de Tsvangirai, Roy Bennett sea nombrado viceministro de Agricultura.
También se niega a expulsar a aliados suyos que nombró unilateralmente como gobernador del Banco Central y como Fiscal General.
Mugabe dice que el MDC debería pedir que Occidente retire las sanciones contra su partido, Zanu PF, y que cierre lo que él llama “radios piratas” dentro de Zimbabue, emisoras que emiten dentro de Zimbabue desde Estados Unidos y Gran Bretaña.
El gobierno de 8unidad está luchando para revertir una década de derrumbe económico en Zimbabue.
(AfricaNews, 15-01-10)