El Parlamento de Kenia aprobó el 5 de septiembre una moción para retirarse de la Corte Penal Internacional, convirtiéndose en el primer país en tomar tal decisión.
Los diputados de la oposición boicotearon la votación, sin embargo, un proyecto de ley a tal efecto se presentará en los próximos 30 días.
Anteriormente, una coalición de Organizaciones No Gubernamentales de África había advertido que el país corría el riesgo de sentar un mal precedente para otros países africanos. Añadieron que las acciones de Kenia dañarían su reputación como un país que respeta el Estado de Derecho y los derechos humanos. La decisión se produjo cinco días antes de que el vicepresidente keniano William Ruto tuviera que comparecer ante la CPI.
Adan Daule, argumentó que el país tenía derecho a retirarse de la Corte Penal Internacional ya que los cargos contra Kenyatta y Ruto están motivados políticamente. Sin embargo, William Pace, ha advertido que Kenia no gana ninguna ventaja legal de retirarse de la Corte Penal Internacional.
«Este movimiento a favor de dejar la CPI es un importante revés para un país que una vez ratificó con orgullo el Estatuto de Roma en 2002», dijo, antes de añadir que tomaría un año para que la retirada surta efecto.
«El Estatuto de Roma establece muy claramente que las obligaciones relacionadas con las investigaciones actuales continúan, incluso en caso de un retirada».
Amnistía Internacional ha dicho que el movimiento supone una amenaza para los esfuerzos por hacer pagar a los que cometen crímenes contra la humanidad y que la medida «es sólo la última de una serie de iniciativas inquietantes que socavan el trabajo de la CPI en Kenia y en todo el continente”. Amnistía calificó la propuesta como una afrenta a los kenianos que sufrieron la violencia posterior a las elecciones de 2007 y que esperan justicia de la Corte Penal Internacional.
Las cinco investigaciones iniciadas por la Fiscalía de la CPI en África, son los presuntos delitos en: República Democrática del Congo, Uganda, Sudán, la República Centroafricana y Kenia. Durante las elecciones de Kenia 2013, el país hizo una declaración desafiante al mundo por votar a Uhuru Kenyatta para la presidencia, a pesar de las advertencias del mundo de que el apoyo a los crímenes contra la humanidad tendría «consecuencias”. Pero los países africanos aplaudieron a los kenianos por su decisión y, en Uganda, el presidente Museveni fustigó el mundo occidental por forzar decisiones en los líderes africanos.
(The Observer, Kenia, 5 de septiembre 2013)
Noticia seleccionada y traducida por Eva Estaun.
