Las mujeres emprendedoras argelinas tienden a ser percibidas como mujeres que necesitan ser atendidas siempre.
Raramente, si es que alguna vez, son vistas como mujeres que son capaces de hacer valer a la empresa tanto como los hombres. Los prejuicios culturales y sexistas, los discursos generados, difundidos desde una edad temprana, tienen algo que ver con eso.
Tiene que haber una movilización general para que este estado de cosas pueda cambiar”. Así lo cree Nadia Habes, industrial, accionista de un gran grupo familiar, tres laboratorios de producción de medicamentos y de dermocosmética, con base en Annaba y El Tarf, que nos habla sobre la falta de confianza en las habilidades y calificaciones profesionales de las mujeres emprendedoras argelinas.
La mujeres permanecen sub representadas y poco visibles en el panorama empresarial, Según las últimas estadísticas de la Asociación de mujeres empresarias que conocen y quieren emprender (SEVE), Argelia tenía, en 2018, alrededor de 150.000 mujeres empresarias (excluyendo profesiones liberales y actividades agrícolas) de un total de más de 1,96 millones de empresarios, o el 7,6% de la población empresarial.
Aunque todavía es relativamente débil en comparación con los estándares internacionales, particularmente en África, la tendencia, según SEVE, está en aumento; Según los informes, la creación de empresas por parte de mujeres en Argelia ha aumentado un 25% en los últimos cinco años. Además, un salto del 16% en comparación con 2015 y del 23% en comparación con 2012. Más del 13% de estas mujeres estarían a la cabeza de las PYME y las SMI. Sin embargo, «en realidad, esta tasa no puede superar el 3%.
En estas estadísticas, basadas en el número de registros comerciales, es bien sabido que de estas 150.000 mujeres empresarias, apenas 5.000 lo son en la práctica.
Además, solo unas pocas investigaciones para darse cuenta de que la mayor cantidad de empresas se crean con registros comerciales de actividades tradicionales (pastelería, peluquería, sastrería, estética, artesanía…). Esto no significa devaluarlos, ni mucho menos, pero ciertamente no es este tipo de actividad lo que facilitará el desarrollo del emprendimiento de las mujeres y contribuirá al desarrollo y al crecimiento económico que tanto se esperaba”. declara la Sra. Habes.
Y para agregar: «No debemos ocultar la cara, lo hemos dicho desde muchos foros, y lo repetimos, una vez más, el emprendimiento femenino es sinónimo de peluquería costura, producción artesanal, guardería, pequeños servicios o pastelería, actividades que no requieren grandes medios financieros.
Pero nada, absolutamente nada, justifica el hecho de que las mujeres estén y permanezcan confinadas a estos sectores de actividad tradicional”. Según Habes, el sistema bancario es para algo, ya que muchas mujeres son tentadas por la aventura empresarial. Y los proyectos económicamente sólidos y prometedores dudan en comenzar y un número significativo de ellos se rinde en el camino debido al acceso cada vez más limitado a los servicios financieros.
Esta aprensión, una de las principales causas del abandono de los proyectos de emprendimiento de las mujeres, tiene, según esta industria, «múltiples orígenes, incluido, y sobre todo, el miedo al fracaso, al riesgo para la riqueza de la familia. Y también el rechazo de la familia, además de muchos otros factores de inhibición y auto descalificación.
De ahí su llamamiento a las autoridades nacionales para mitigar la reticencia de los bancos, cada vez más perceptible con respecto a los proyectos de mujeres en el campo de las grandes empresas, este bloqueo persistente les insta a inspirarse en modelos europeos y de algunos países árabes y africanos donde existen fondos de garantía dedicados exclusivamente a la creación, recuperación o desarrollo de empresas iniciadas por mujeres. Creado, este fondo «podría ser una contribución innegable en la promoción de la asociación de mujeres argelinas.
Es probable que fortalezca las posibilidades de sostenibilidad de las empresas de nueva creación, porque creo que esta no es una peculiaridad argelina, las PYME creadas por mujeres desaparecen después de unos años de actividad por falta de contratos y de contratación pública, así como de financiación, que a menudo es propiedad exclusiva de los hombres.
En otras palabras, la renuencia de los sistemas bancarios a financiar compañías creadas o tomadas por mujeres es para muchos la muerte rápida de estas compañías «, insiste.
La Sra. Habes, representante de Argelia en el muy hermético Consejo de Empresarias Árabes (CFAA), donde se sienta en la junta directiva junto a grandes fortunas, cabezas coronadas, ministros, embajadores, senadores como la princesa Hessa Saâd. El Abdallah Salem Essabah de Kuwait, asistido por la Sra. Leila Mabrouk, El Hadi El Khayat, hija del ex Ministro de Relaciones Exteriores de Túnez durante la era Bourguiba.
Mouna Djamal Abdenasser (hija del líder egipcio), las princesas Myriam Hamad Al Khalifa y Hend Salman Al Khalifa de Bahrein, la millonaria Najlaa Moussa Echafai de Qatar, la ministra Cherifa Khalfan Alyahiaia del Sultanato de Omán, también son miembros de la reunión. , que están comenzando a tomar iniciativas a favor del emprendimiento femenino: «Cada vez más conscientes de la escasa representación de las mujeres en la comunidad empresarial y bajo la presión de las asociaciones de mujeres y las organizaciones de empleadores, el Gobierno recientemente implementó disposiciones alentadoras como parte de la nueva estrategia adoptada en 2018.
Esta estrategia tiene como objetivo apoyar a las mujeres emprendedoras y aquellas que llevan a cabo proyectos innovadores para que puedan enfrentar las limitaciones y obstáculos que enfrentan a diario. Esta estrategia cumple con los requisitos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030 de la ONU, incluso a través de la implementación del ODS 5, que es lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas.
Mala presencia en foros internacionales
Aún en la perspectiva de impulsar el espíritu empresarial de las mujeres, «se ha promulgado recientemente una nueva ley sobre el desarrollo de las PYME.
Hay una serie de planes y medidas para apoyar e institucionalizar la creación de actividades por parte de las mujeres en los sistemas bancarios para facilitar la financiación de inversiones, en particular en el sector industrial.
Pero, a los ojos de la red Women World CEOs (FCEM), ahora presidida por la italiana Laura Frati Gucci, propietaria de la famosa marca de lujo Gucci, el camino a seguir es largo para que la mujer de negocios argelina pueda tener el lugar que más le convenga. «Las empresarias argelinas tienen muy poca presencia en los principales foros internacionales: las primeras africanas son (Senegal, Camerún, Níger, Malí, Gabón, Sudáfrica, Costa de Marfil, Mauricio, Mauritania, Ruanda…). Les siguen las mujeres marroquíes, luego las egipcios. En la región del Golfo, hay muchas mujeres de negocios (Kuwait y Bahrein).
En Mauritania, las mujeres emprendedoras son mucho más numerosas que sus contrapartes masculinas. Además, el Índice Mastercard de Mujeres Emprendedoras (MIWE) encontró que en más de 50 países africanos encuestados en 2018, Ghana era donde había más mujeres empresarias; El 46,4% de las empresas en el país son propiedad de mujeres. Uganda ocupa el tercer lugar después de Sudáfrica, con un 33,8% de sus negocios controlados por mujeres.
Somos las últimas La prueba es que se están organizando foros mundiales en Túnez, Marruecos y Senegal. En Argelia, ni siquiera un foro regional «, recuerda, con pesar, nuestra interlocutora. A pesar de este aumento de las mujeres africanas en el espíritu empresarial, la paridad en las economías menos ricas y más desarrolladas no es, al parecer, global y plena.
Las desigualdades políticas y económicas aún persisten. Las estadísticas recientes han revelado que las mujeres representan el 70% de los pobres, poseen menos del 2% de la tierra y reciben menos del 5% de los préstamos bancarios. En el mundo, hay, en promedio, 16% de mujeres parlamentarias y menos del 10% de jefes de estado y de gobierno.
Naïma Benouaret
Fuente: El Watan – Imagen: SEVE
[Fundación Sur]
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