El gobierno de la República Democrática del Congo (RDC) y el grupo rebelde M23 han firmado un acuerdo marco de paz en Doha, este 15 de noviembre, con la mediación de Catar y el apoyo de Estados Unidos y la Unión Africana. Este documento se construye sobre una declaración de principios acordada en julio, pero aún deja sin resolver muchos de los puntos más profundos del conflicto librado al este del Congo, donde en enero el M23 tomó las ciudades más grandes de la zona, Goma y Bukavu. Desde entonces, el grupo militar se ha apoderado cada vez de más territorios, generando miles de muertos y desplazados a lo largo del último año. Ante esta situación, la RDC acudió a Estados Unidos en busca de ayuda y seguridad, ofreciéndoles a cambio acceso a minerales críticos. El Congo acusa al gobierno de Ruanda de estar apoyando a este grupo rebelde militar, sin embargo, este país niega todas las acusaciones.
Buscando evitar una escalada del conflicto, en abril de este año comenzaron las conversaciones entre la RDC y el grupo rebelde. Posteriormente, en julio, acordaron una declaración de principios un tanto incompleta, y fue en octubre que llegaron a un acuerdo sobre ir monitorizando un posible alto el fuego, que se está llevando a cabo de manera más lenta de lo previsto. El marco de paz firmado este fin de semana en Doha se ha desarrollado en base a estos acuerdos de julio y octubre, llevados a cabo en esta misma ciudad. No obstante, a pesar de ser un avance relevante, el acuerdo consiste en mayor medida en una hoja de ruta que en un tratado de paz definitivo.
Este marco establece ocho protocolos para su implementación, de los cuales ya se han rubricado dos: uno sobre el intercambio de prisioneros y otro para la monitorización del alto el fuego. Los otros seis se centrarán en temas clave como el acceso humanitario, la reintegración de los combatientes, la restauración de la autoridad del Estado en el este del país y la reconciliación nacional.
Fuente: Daily Nation
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