La República Democrática del Congo justifica su corte de Internet

28/01/2015 | Crónicas y reportajes

Internet móvil, redes sociales, mensajería, mensajes de texto: frente a las protestas populares, las autoridades de la República Democrática del Congo (RDC) decidieron cortarlo todo antes que arriesgarse a vivir las mismas consecuencias que en la Primavera Árabe o bien, últimamente, la revolución de Burkina Faso.

El 20 de enero, según varios operadores de internet y telefonía móvil, el gobierno del presidente Joseph Kabila ordenó cortar Internet fijo y móvil e interrumpir todos los servicios de mensajes cortos, los famosos SMS, que son la forma más económica de comunicarse para los congoleños que viven hundidos en la miseria.

Esta drástica medida se impuso después de una protesta en la que la policía abrió fuego contra los estudiantes que se manifestaban en contra de un proyecto de ley electoral que abriría la posibilidad a Kabila, en el poder desde 2001, de permanecer en su puesto más allá del final de su mandato a finales de 2016, teniendo en cuenta que la Constitución le prohíbe expresamente gobernar durante otros cinco años.

El movimiento de protesta política se les fue de las manos a los organizadores y Kinshasa se convirtió en un escenario de disturbios y saqueos. La policía, totalmente sobrepasada por los acontecimientos, tuvo que recibir el apoyo de los militares. Según diversas fuentes, el balance final es muy duro: de 12 a 42 personas muertas e incalculables daños materiales. Otros enfrentamientos tuvieron lugar en varias ciudades de provincia, incluyendo Goma (este), donde al menos una persona murió el jueves.

«Las redes sociales», donde se comunican unos con otros y se organizan los lugares y las horas de las manifestaciones, se cortaron porque si se movilizaba todo el mundo, la situación podría haberse agravado aún más», declaró Josafat Musamba, investigador del Centro de Investigación y Estudios Estratégicos en África Central, con sede en Bukavu (este).

El domingo, el Parlamento aprobó la revisión de la ley electoral sin la cláusula que provocó las protestas. Un alivio de corta duración para algunos opositores, que creen que otras leyes suponen casi tantos problemas como este, por lo que algunos diplomáticos temen nuevas movilizaciones de manera más o menos inminente.

Por ahora, la calma ha vuelto pero solamente se ha restaurado el funcionamiento de Internet fijo después de un corte de unas 48 horas. La ausencia total de la red empezó a pasar factura en primer lugar a los bancos y a las agencias de transferencias de dinero ya que no era posible ni enviar ni recibir transferencias de las que dependen, para vivir, muchos congoleños que reciben fondos de la diáspora.

Todos los operadores de telefonía móvil no han dejado de pedir permiso al Estado para volver a proveer al país de Internet móvil y SMS, confirma Jean-Michel Garrouteigt, Director General de Orange, en la República Democrática del Congo.

«La situación es muy perjudicial, pero no hemos recibido ninguna respuesta para la reapertura. Nosotros esperamos que sea inminente», agregó.

Una fuente cercana al sector de las telecomunicaciones, sin embargo, añadió: «nadie puede decir cuando se decidirán las autoridades”

» Libertad, no revolución”

Devastado por dos guerras entre 1996 y 2003, la República Democrática del Congo es uno de los países menos desarrollados del mundo. Aquí, no existen las líneas telefónicas fijas. La telefonía móvil y los servicios relacionados con ella (SMS, 3G) siguen siendo la mejor manera de comunicarse en un país que es casi cinco veces mayor que Francia.

En diciembre de 2011, el poder ya cortó los servicios de SMS durante tres semanas después de los disturbios causados por el anuncio de la victoria de Kabila después de unas elecciones presidenciales marcadas por numerosas irregularidades.

Pero el corte de Internet «ha sido, en realidad, un paso más allá y «creo, dice Fidel Bafilemba, investigador de la ONG americana “Enough Project”, que los poderes fácticos ha aprendido la lección de las revoluciones árabes, donde las redes sociales fueron ampliamente utilizadas».

Tryphon Kin-Kiey, Ministro de Relaciones con el Parlamento reconoce que: «estamos de acuerdo con la libertad, pero no queremos la revolución», como en Burkina Faso o en Egipto, cuyos presidentes se aferraron al poder antes de ser derrocados por las revueltas populares en el 2014 y en el 2011 respectivamente.

Claude, un estudiante que participó en las manifestaciones de la Universidad de Kinshasa cuenta que, para él, la suspensión de Internet móvil no es tan perjudicial ya que es un servicio que muchas personas todavía no pueden pagar, a diferencia de los SMS. «Los mensajes de texto cuestan menos, así es como la gente se pone en contacto con sus familias. Y nosotros podemos enviar 100 mensajes en un instante».

Durante los disturbios, las autoridades también cortaron la señal de varios canales de radio y televisión

[Fuente: afriqueexpansion.com-Fundación Sur]

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