Le Bris narraba como la ausencia de estado hizo que los criadores de gorrinos de La Española se transformaran en filibusteros y tan pronto avistaban un velamen se entregaran al pillaje. El paisanaje pos Gadafi guarda cierto parecido con la narración pues quitando los jalufos, que a Alá disgustan, la ausencia de orden ha generado una jarana de grupos armados a lo largo y ancho del país. Veamos el reparto. Los restos del ejército libio intentan reorganizarse para asegurar el orden en las calles de Trípoli. Fuera de ella, parece no haber ley ¿Mogadiscio? La Facción Revolucionaria Libia se diseñó para proteger la capital y acabó secuestrando al primer ministro. La Dirección Nacional de Seguridad es la nueva policía encargada de velar por la propiedad pública o lo que de ella aún quede en pie. Al-Saiqa, formada por cuerpos de elite, tiene su reino en Bengasi donde se enfrenta a las facciones integristas de Ansar al-Sharia e intenta enmendar el caos reinante. La Libya Shield Force son brigadas dispersas por el país con una orientación pro gubernamental. El Ejercito Nacional Libio, liderado por la marioneta de la CIA, Khalifa Haftar, ex hombre fuerte de Gadafi, caído en desgracia y exiliado en Virgina durante dos décadas, combate a las huestes islamistas. Al-Zintan atomiza una treintena de grupos al oeste del país e incluso cuenta con un canal de televisión vía satélite propio. Al Sawaq es una milicia que apoya al gobierno de transición nacional. Las brigadas Misrata engloban a más de 200 facciones; lo que supone unos 50,000 milicianos fuertemente armados y con blindados. Finalmente, la irrupción del Estado Islámico ha reforzado a los integristas de Ansar al-Saharia y los Mártires del 17 de febrero, que luchan por implantar la Sharia como regulación de la vida civil y la instauración de un califato. Si sumamos el asentamiento de las mafias, el tráfico de armas, drogas y personas, al sainete sólo le falta la decisión de la UE de volver a bombardear Libia; esta vez, con motivos “humanitarios” para acabar así con los barcos negreros que trasladan a los inmigrantes a la “civilizada” Europa. La verdad, no sé si La República de los Pordioseros de Le Bris son ellos o nosotros.
CENTRO DE ESTUDIOS AFRICANOS DE LA ULL.