Los movimientos de derechos civiles son un fenómeno político importante en nuestro tiempo.
Su larga historia, se remonta a los días de la esclavitud. Las luchas sociales por la independencia de África comenzaron con las huelgas de trabajadores y la resistencia popular antes y después de la Segunda Guerra Mundial.
Mahatma Gandhi nació en la India, el 2 de octubre de 1869, hace 152 años. Gandhi llegó a Sudáfrica, con 23 años, y estuvo activo en la lucha social por los derechos humanos durante los siguientes 21 años. Tenía 44 años cuando regresó a la India, donde empleó la ética y las tácticas de resistencia no violenta que había desarrollado en Sudáfrica.
Nelson Mandela habló así de su legado: “Gandhi amenazó al gobierno sudafricano durante la primera y la segunda décadas del siglo, como ningún otro hombre lo hizo. Estableció la primera organización política anticolonial en el país, si no en el mundo, fundando la organización del Pueblo Africano en 1902, y el Congreso Nacional Africano en 1912 y en 1913 tuvo lugar la marcha épica de 5.000 trabajadores contratados en las minas de carbón de Natal. Esa marcha provocó una respuesta masiva de las mujeres africanas e indias que, a su vez, provocaron que gran parte de los trabajadores salieran a la huelga. Ese fue el comienzo de las marchas hacia la libertad.”
Durante casi medio siglo después de eso, la gente luchó por medios no violentos. La oposición juvenil al apartheid en la década de 1970 dirigida por Steve Biko y otros no fue violenta, a pesar de la brutal represión del régimen del apartheid. Luego, en los 80, algunos movimientos de liberación tomaron las armas, influenciados por Rusia y China.
África entró en el sistema capitalista a través de la colonización. Si África podría haber desarrollado un sistema capitalista propio es una incógnita. Hoy en día, los buitres corporativos globales expulsan a la gente de África de sus tierras y hogares rurales. Muchos hombres y mujeres jóvenes se suben a los barcos para cruzar el Mediterráneo para escapar a Europa.
Gandhi fue asesinado el 30 de enero de 1948. “Nunca lo conocí, pero me influenció desde muy joven. Conocí a Nyerere durante muchos años, durante mi estadía en Tanzania en las décadas de 1970 y 1980. Una cosa en común entre Gandhi y Nyerere era que no codiciaban el poder ni la riqueza. Vivían vidas modestas y sobrias. Ambos fueron maestros eternos. Ese es su único legado común”, afirmó N.Mandela.
Gandhi nunca asumió el poder estatal. Nyerere se vio obligado a reemplazar a los británicos. Cuando llegó el momento, dimitió y se retiró a su aldea, todavía ejerciendo una influencia considerable sin poder estatal.
Gandhi y Nyerere estaban comprometidos con el principio de transformación no violenta de la sociedad.
Para Gandhi, los fines no justifican los medios. La respuesta de Gandhi a la violencia, no fue ofrecer más violencia, sino sublimarla ofreciéndose al bien del pueblo, en una solidaridad compartida.
La presente lucha contra la gobernanza irresponsable y el saqueo de los recursos naturales y minerales en África subsahariana, debe seguir tomando más fuerza a través de los actuales Movimientos Sociales de jóvenes y de mujeres, en casi todos los países de ASS, pero siempre de forma no violenta.
Gandhi luchaba, no solo contra el colonialismo británico, sino contra todo el sistema económico del capitalismo y el imperialismo. La economía de Gandhi era parte de la economía de la liberación.
“Un país sigue siendo pobre en riqueza, tanto material como intelectualmente, si no desarrolla sus artesanías y sus industrias, más colaborativas, y vive una vida parásita y perezosa importando todos los artículos manufacturados del exterior”, dijo Gandhi.
La carrera loca por el control de los recursos del sur global y de las armas nucleares y biológicas aumenta todavía más una amenaza para la humanidad y para el planeta.
El control y negocio actual de las vacunas contra el covid 19, por parte de algunas farmacéuticas, suponen hoy también otra amenaza para millones de vidas humanas, por la irresponsabilidad de muchos gobernantes.
Gandi, nos legó un testimonio de compromiso colaborativo, por un progreso integral, humano, pacífico y ecológico.
