Antes de la reforma agraria de Zimbabue algunos colonos blancos poseían tierras del tamaño de pequeños países.
Cuando el agricultor zimbabuense, Baldwin Mazango, muestra a los visitantes su granja, los ojos le brillan con orgullo. El maíz y las patatas crecen en ordenadas filas contra el telón de fondo de las verdes colinas. Los pepinos, mientras tanto, están madurando en tres invernaderos.
El agricultor, de 30años de edad, también cultiva cebollas, soja y mantiene decenas de vacas, cabras y pollos cerca de Mazowe, a unos 30 kilómetros al norte de Harare (capital). «El antiguo dueño blanco de esta tierra la utilizaba para el pastoreo de ganado», dice Mazango. “Nosotros hemos limpiado el monte.»
Mazango es uno de los beneficiarios de la reforma agraria del presidente Robert Mugabe, que redistribuido más de 13 millones de hectáreas de tierra, propiedad en su mayoría de 6.000 blancos, a más de 260. 000 familias africanas. El proceso se inició en 1980.
«Comprador dispuesto, vendedor dispuesto»
La reforma agria se basó, en primer lugar, en el principio de «comprador dispuesto, vendedor dispuesto». Pero a partir del 2000, las granjas propiedad de blancos fueron expropiadas, a veces violentamente, dando lugar al asesinato de campesinos blancos.
Según el Sindicato de Agricultores Blancos (CFU), que les representa, alrededor de 300 agricultores blancos aún permanecen en sus granjas, aunque están siendo presionados para que se vayan,
«Esta fue nuestra tierra, y nos están echando».
Sólo alrededor de 200 agricultores expropiados recibieron alguna compensación por lo que fue, a menudo, el trabajo de su vida, dijo el vicepresidente de CFU Pedro Steyl.
El desalojo de los agricultores experimentados, que ayudaron, en su momento, a que Zimbabue ganara la reputación de ser el granero del sur de África, contribuyó a la recesión que tuvo lugar de 1999 a 2008, que redujo la economía al 50%, y convirtió a Zimbabue en un importador de alimentos y dañó sus relaciones con Occidente.
Títulos de propiedad
La producción lechera, mientras, se sitúa en sólo un 20% del nivel anterior a la reforma, de acuerdo con CFU. Otros sectores, sin embargo, lo están haciendo mejor. La producción de tabaco, el principal cultivo de exportación, ha alcanzado niveles cercanos a los anteriores a la reforma agraria, declaró el economista John Robertson. La producción de azúcar está sólo el 15% por debajo del nivel de antes de la reforma, mientras que el sorgo y el mijo son muy superiores, según el profesor Sam Moyo del Instituto Africano de Estudios Agrarios en Harare.
Zimbabue ha comenzado a exportar guisantes y maíz dulce a Europa, hizo público Paul Zakariya de la Unión de Agricultores de Zimbabue, que representa a los pequeños agricultores. Pero los pequeños agricultores se enfrentan al problema de no tener títulos de propiedad de las tierras de cultivo nacionalizadas, lo que hace que sea difícil para ellos obtener préstamos bancarios. «Quiero producir fresas para la exportación, pero no consigo financiación», se queja Mazango.
Alrededor de media docena de granjeros blancos han dejado parte de sus tierras en los últimos cinco meses, según Steyl.
Amenaza de violencia
«Si me echaran, perdería todo para lo que mi familia y yo hemos trabajado y mis empleados se quedarían sin hogar y sin trabajo», dice un granjero blanco a gran escala que prefiere mantenerse en el anonimato.
Varios agricultores blancos ya han abandonado la zona, algunos bajo la amenaza de violencia o por medio de una acción judicial, mientras que otros se marcharon cuando nuevos propietarios llegaron a reclamar sus granjas.
El agricultor cree que ha sido capaz de mantenerse en parte gracias a contribuciones como la construcción de una escuela y la creación de un fondo de préstamos para sus empleados. Sabe que podría perder todo lo que ha creado, «pero no pienso mucho en ello y sigo invirtiendo en la granja, nuestro hogar».
Los analistas occidentales afirman que la presión sobre los granjeros blancos podría mitigarse después de la muerte o la jubilación del presidente Mugabe.
africanglobe.net
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