Según un sondeo publicado por la ONG “Transparency International” ayer lunes 1 de diciembre, el 58% de los africanos creen que la corrupción ha aumentado en los últimos 12 meses.
Para llevar a cabo esta encuesta titulada «Los pueblos y la Corrupción: Encuesta 2015 en África», que es un componente del Barómetro Mundial de la Corrupción, “Transparency International” se asoció con “Afrobaromètre”, que encuestó a 43.143 personas, en 28 países de África subsahariana, entre marzo 2014 y septiembre de 2015, sobre sus experiencias y percepciones de la corrupción en su país.
Esta encuesta también reveló que el 22% de los encuestados cree que la corrupción ha disminuido en los últimos doce meses y el 14% señaló que el fenómeno se ha mantenido estable.
La tasa global de los africanos que afirman que la corrupción ha aumentado en los últimos 12 meses contiene grandes disparidades entre los 28 países estudiados. Así, las tasas más altas de personas que sostienen que la corrupción creció fueron registradas en Sudáfrica (83%), Ghana (76%) y Nigeria (76%), mientras que las tasas más bajas se registraron en Burkina (28%), Malí (31%) y Costa de Marfil (32%).
Un dato nuevo
Por primera vez, los encuestados dijeron que perciben a los dirigentes de empresas como altamente corruptos. El mundo de los negocios acabó ubicado como el segundo sector afectado por los altos niveles de corrupción. La policía está considerada como el sector más corrupto para un 47% de los encuestados, por delante de los altos dirigentes de empresas (42%), funcionarios del gobierno (38%), agentes fiscales (37%), jueces (34%) y miembros del Parlamento (33%). Los líderes religiosos y líderes tradicionales están considerados entre los menos corruptos, con tasas del 15 y el 21% respectivamente.
En general, muchos africanos, especialmente los más pobres, son los que se llevan la peor parte de la corrupción, al tratar de acceder a los servicios públicos básicos en sus países. 22% de las personas que han estado en contacto con un servicio público en los últimos 12 meses ha tenido que pagar un soborno.
Esta tasa también contempla grandes disparidades entre los países africanos estudiados: el 69% de las personas que tuvieron contacto con los servicios públicos en Liberia pagó sobornos. Esta tasa es del 48% en Camerún y del 43% en Nigeria, mientras tan sólo del 1% en Mauricio y Botsuana.
La encuesta reveló que el 64% de los africanos creen que sus gobiernos no cumplen con sus obligaciones para frenar los abusos de poder, la corrupción y los acuerdos secretos.
A pesar de estos resultados decepcionantes, algunos países del continente se diferencian entre sí y, una buena parte de ciudadanos de estos países, consideran el trabajo de sus gobiernos, en el ámbito de la lucha contra la corrupción, como algo positivo: 54% en Botsuana, 47% en Senegal y en Lesotho.
En todo el continente, los pobres que han necesitado de servicios públicos tienen el doble de probabilidades que los ricos de haber pagado sobornos. En las zonas urbanas, son más propensos a pagar sobornos. «La corrupción crea y genera pobreza y exclusión. Mientras que los individuos corruptos que gozan de poder político llevan un estilo de vida lujoso, millones de africanos están privados de poder satisfacer sus necesidades más básicas como la alimentación, la salud, la educación, la vivienda, el acceso al agua potable y las instalaciones sanitarias», declaró José Ugaz, presidente de Transparency International”.
La encuesta también revela que los mecanismos de denuncia de la corrupción se perciben, a menudo, como demasiado peligrosos, ineficaces o poco claros. Más de uno de cada tres africanos creen que alguien que denuncia un caso de corrupción se expone a consecuencias negativas, por lo que la mayoría de las personas no denuncian la corrupción.
Para mejorar la lucha contra la corrupción en África, “Transparency International” recomienda a los gobiernos fortalecer y hacer cumplir la legislación y realizar los cambios estructurales necesarios a corto y medio plazo.
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