La policía nigeriana que investigaba el secuestro de cuatro misioneros británicos aseguró el jueves que había arrestado a dos personas involucradas en el crimen, pero que uno de los rehenes había muerto antes de la operación de rescate.
Los británicos, pertenecientes una organización médica cristiana que brindaba atención médica gratuita a las aldeas del estado de Delta, en el sur de Nigeria, fueron secuestrados el pasado 13 de octubre.
El Ministerio de Asunto Exteriores en Londres anunció el lunes que tres de los rehenes habían sido liberados sanos y salvos, pero que un cuarto había muerto en cautiverio, sin dar más detalles.
El portavoz de la policía estatal de Delta, Andrew Aniamaka, dijo el jueves que dos sospechosos fueron arrestados el miércoles en el centro petrolero Warri, según informa The Telegraph, y que después del interrogatorio llevaron a los agentes a su escondite, a unos 40 kilómetros al norte en la ciudad de Sapele. «En Sapele, el equipo intentó detener a un tercer sospechoso que inmediatamente sacó una pistola marca beretta e intentó disparar a los agentes», afirmó. «Esto provocó un tiroteo en el que murió un sospechoso, mientras que los otros huyeron de la escena del crimen».
Dos oficiales resultaron heridos, pero se encuentran estables en el hospital. Cuatro personas sospechosas de estar involucradas en el secuestro ya habían sido arrestadas el 19 de octubre.
Los secuestros para obtener un rescate son habituales en el sur de Nigeria. Las víctimas suelen ser liberadas después de unos días una vez realizado el pago.
Ali Attar
Fuente: Afrik
[Traducción, Juan Vacas]
[Fundación Sur]
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