La policía de Sudán cargó contra sendas manifestaciones, de estudiantes en la capital (Jartum), y de jóvenes desempleados en la tensa región del Kurdufan, en lo que es solo la última reacción policial contra el descontento y la movilización social creciente, alimentados por el deterioro en las condiciones de vida, y por el ejemplo de las revueltas en los países árabes vecinos.
Una cadena de todavía pequeñas protestas anti-gubernamentales se suceden en Sudán en los últimos meses, pero parecen no alcanzar aún suficiente inercia y son fácilmente aplastadas por la policía, que cuenta con el apoyo de los Servicios de Inteligencia de Sudán (NISS en inglés), los cuales han arrestado ya a varias docenas de activistas.
Varios testigos han contado a este medio como intervinieron los antidisturbios en el propio campus de la Universidad de Jartum. Varios videos en Facebook muestran a un grupo de estudiantes cantando canciones antigubernamentales en el centro de la capital.
Ha habido enfrentamientos con grupos afines al Gobierno. Los estudiantes de organizaciones patrocinadas por el NCP (partido en el Gobierno) cuentan tradicionalmente con armas ligeras, y actúan con impunidad impidiendo o atacando a los que se manifiestan contra el Gobierno.
Mientras tanto, varios centenares de graduados universitarios en el paro, se manifestaron en Al-Fula, en la tensa región de Kurdufan. En este caso, la manifestación no se disolvió ante el uso de gases lacrimógenos por la policía, por lo que esta optó finalmente por aceptar la concentración.
La región de Kurdufan, productora de petróleo, es especialmente conflictiva y volátil en Sudán. En parte es dominada por tribus árabes nómadas, fuertemente armadas por el Gobierno Central durante los años de la Guerra Civil.
(Sudan Tribune, 04-04-11)
Traducido por Santiago Izco.