La policía de Nigeria disparó gas lacrimógeno en el parlamento, el viernes 21 de noviembre, aparentemente para impedir la entrada de los diputados de la oposición en el edificio donde estaba prevista una votación sobre el prolongamiento del estado de emergencia en el nordeste del país.
Según los relatos presentados por la Agence France Presse, los miembros de la Cámara de los Representantes habían programado para ese día una votación sobre la petición del gobierno para ampliar el tiempo de vigencia del estado de emergencia en el nordeste del país. Se trata de una región de Nigeria fuertemente fustigada por los ataques de los militantes del grupo terrorista Boko Haram, que ha conseguido conquistar e controlar gran parte de los estados norteños de Nigeria.
La oposición estaría, presumiblemente, contra esta petición, y las tensiones políticas han ido aumentando a medida que se acercan las elecciones, establecidas para febrero de 2015. El presidente del Senado, David Mark, ordenó el cierre inmediato de las dos cámaras, como consecuencia del incidente.
La policía justificó su entrada en la asamblea nacional diciendo que actuó legalmente. Según el portavoz de la policía, Emmanuel Ojukwu, el día 19 tuvo lugar una mini-conferencia del Congreso de todos los Progresistas (All Progressives Congress: APC). Terminada la conferencia, algunos líderes del APC, acompañados por un gran número de simpatizantes se encaminaron hacia las instalaciones de la policía, bloqueando la entrada. Pasadas un par de horas los manifestantes abandonaron los locales de la policía sin que se produjesen incidentes.
El 20 de noviembre, habiendo sido informada que se preveían tumultos, la policía organizó controles a la entrada y salida de la asamblea nacional. No hubo problemas en la parte del Senado. En la Cámara de Representantes, un buen número de parlamentarios entraron sin problemas. Pero cuando llegó el portavoz del APC, acompañado de un grupo de simpatizantes, éstos no sólo se opusieron a ser controlados sino que comenzaron a destruir objetos y hasta llegaron a atacar al presidente del senado.
El portavoz de la policía informó que siete personas habían sido detenidas por su participación en los incidentes y que había una investigación en curso. El mismo portavoz dijo que el gas lacrimógeno es un instrumento puesto a la disposición de la policía para ser utilizado en situaciones tumultuosas. Según él, es un instrumento legal utilizado para mantener la ley y el orden. Por tanto, los policías en servicio actuaron de acuerdo con las circunstancias y con la ley.
Jesús Zubiría
Fuentes: Jornal O Pais y The Nation