Las fuerzas de seguridad tunecinas impidieron a los salafistas montar tiendas para predicar en ellas, el día 12 de mayo en dos ciudades del sureste, según informó la radio privada Shems FM, un día después de que la policía lanzase gases lacrimógenos en la sede de los islamistas radicales en la capital, Túnez.
La policía dispersó “sin violencia” a los salafistas que intentaban colocar una tienda en frente del cuartel general de la gobernación de Tataouine, unos 550 kilómetros al sur de Túnez, según informó la radio Shems FM desde el lugar.
También impidieron que los vecinos que se querían manifestar contra el desempleo, montasen una tienda para las protestas, en la misma ciudad de Tataouine.
Y en Medenine, 480 kilómetros al sur de Túnez, las fuerzas de seguridad dispersaron a otro grupo de salafistas que se habían reunido en el centro de la ciudad para protestar contra “el acoso policial” y que gritaban consignas contra el ministerio de Interior.
La radio dijo que no se registraron incidentes violentos en ninguna de las dos ciudades.
La intervención de la policía el día 12 de mayo se produce un día después de que la policía lanzara gases lacrimógenos para dispersar a los salafistas en una zona residencial al sureste de Túnez, después de que intentaran montar tiendas para llevar predicar en ellas.
“La policía lanzó gases lacrimógenos para dispersarlos y ellos lanzaban piedras y bombas de gasolina”, dijo el día 11 el portavoz del ministerio de Interior, Mohamed Ali Aroui, añadiendo que la calma había sido restablecida después.
La agencia de noticias tunecina Tap, sin embargo, informó de “disturbios violentos” entre la policía y 1.000 salafistas que habían llegado para colocar grandes tiendas en la zona residencial de la capital, Túnez.
La agencia Tap dijo que los enfrentamientos se produjeron después de los rezos de la tarde en los alrededores de la mezquita de Bilal en la zona de Sidi Hassine Sijoumi, donde los salafistas utilizaron cuchillos y cócteles molotov.
El ministerio del Interior dijo el domingo que tres salafistas fueron arrestados en Sidi Hassine Sijoumi y fueron avisados de severas acciones contra cualquiera que atacara a las fuerzas de seguridad.
El ministro de Interior, Lofti Ben Jeddou, había advertido el día 8 de mayo que llevará ante la justicia “a cualquiera que incite al asesinato o al odio… o a quien pusiera tiendas en las que predicar”, lo que es una clara referencia a los salafistas.
Los salafistas son musulmanes de posiciones extremas que abogan por una versión fundamentalista del Islam.
Desde la revolución de 2011, han estado implicados en una oleada de violencia en Túnez, con las autoridades culpabilizándoles de un ataque a la embajada de EE.UU. el pasado mes de septiembre y del asesinato del político de izquierdas Chokri Belaid en el mes de marzo.
(Kenia Review, 13-05-13)
Noticia traducida por Miguel Obregón Tomé.