Durante todo el fin de semana fue necesaria la presencia policial en el terreno de propiedad privada, a las afueras de Windhoek, después de que unas 300 personas, que reclamaban que sus raíces estaban allí, decidieran “volver a casa”.
El grupo, de hombres, mujeres, niños y ancianos, se dirigían con todas sus pertenencias a la finca de Ongombo East, situada cerca de Neudamm, a las afueras de Windhoek, el día 3 de julio por la noche, decididos a expulsar a los dueños italianos de la propiedad.
El día 5 por la tarde, la policía parecía haber calmado la situación, en consultas con el sindicato de agricultores de Namibia, NAFWU.
Según la portavoz del grupo llamado Naosan Aes, (el fuego de nuestros ancestros), Sululu Isaacks, su conflicto con la propietaria de la finca, Nadia Savoldelli, comenzó el pasado mes de abril, con la muerte de uno de los ancianos del grupo.
“Mi madre murió a los 73 años, después de 10 años de sufrimiento por el cáncer. Su único deseo era ser enterrada con el resto de su familia”, cuenta Isaacks.
Todos los miembros del grupo, asegura ella, afirman que son originarios de las granjas de los alrededores de Ongombo, tanto este como oeste, que, en la época en la que fueron expulsados, pertenecía a dos alemanes.
Desde entonces, el gobierno ha comprado Ongombo Oeste para granjas de reasentamiento, mientras que Ogombo Este, se ha convertido en una compañía cerrada, en manos de su actual dueña.
En un momento lograron enterrar a la anciana mujer en un pequeño trozo del cementerio de la finca, donde descansan los restos, según el grupo, de muchos de sus ancestros y ancianos.
“Yo provengo de cinco generaciones, que si paseas por ese terreno de enterramientos, puedes ver los mismos apellidos en las lápidas desde el primero hasta el último”, asegura Isaacks, que explica que el grupo cada vez se ha visto más agitado por el supuesto tratamiento de la actual dueña de la tierra, y por eso han decidido “o ella o nosotros”. Fueron detenidos en su camino por la policía que llegó al escenario poco después de que se asdentaran, y que les echó de la propiedad de la mujer italiana.
El grupo fue llevado a una pequeña parcela de tierra, de justo detrás de la finca, que es propiedad del gobierno, y han comenzado a limpiar la zona y poner sus tiendas.
La policía ha estado custodiando Ongombo Este desde el día 4, para asegurarse de que los miembros del grupo se mantienen fuera de ella. A primera hora del domingo, día 5 de julio, algunos miembros del grupo se mantenían firmes asegurando que no terminaría el fin de semana sin que se hubieran asentado en la tierra que ellos consideran su hogar.
Después de varias consultas con el sindicato, Isaacks aseguró que habían decidido quedarse en el nuevo campo hasta la próxima semana, cuando se espera que el sindicato se vuelva a reunir con ellos para darles consejo.
El periódico The Namibian, no ha logrado contactar con la italiana Savoldelli, para que ofrezca su versión de los hechos.
(The Namibian, 06-07-09)
