La policía de Kwale ha arrestado a un hombre que supuestamente se ha casado con una niña en edad escolar.
La niña de 10 años, de Loitoktok, estaba en el curso cuarto cuando sus padres la casaron por la fuerza con un hombre de 40 años, en Diani, en el distrito de Msambweni.
Una buena samaritana, Deril Nyawera, explica que la niña había sido casada como segunda mujer, después de que el hombre pagase 13.000 chelines keniatas de dote a su familia.
“La niña se me acercó llorando y pidiéndome ayuda. Me dijo que su padre la había casado con un hombre mayor, como segunda esposa”, declaró Nyawera, quien la llevó a la comisaría de policía de Diani y denunció el caso ante el comandante de la policía.
Supuestamente, sus padres también la habían dado a un hermanito de cuatro años para que lo cuidase en su nueva casa.
Prácticas culturales
Cuando The Standard visitó a la niña en la casa de Nyawera, en Diani, el día 15 de marzo, ella aseguró que había estado viviendo con el hombre durante tres semanas.
“Yo no quería casarme. Yo quería seguir con mis estudios, pero mi padre me obligó a casarme con ese hombre viejo”, declaró la niña.
El oficial comandante de la comisaría de Kwale, Nelson Okioga, dijo que cuando interrogaron al hombre, él declaró que según sus tradiciones él puede tener todas las mujeres que le sea posible.
“Queremos que dejen de utilizarse estas llamadas prácticas culturales como escusa para maltratar a las niñas”, declaró Okioga, quien también trasladó el caso a los padres, por haber casado a su hija. “Los padres también han actuado mal, los buscaremos y los llevaremos ante los tribunales”, añadió.
El policía explicó que el hombre comparecería ante los tribunales, mientras que la niña sería llevada a un hospital, ya que la niña ha asegurado que ha sido “atacada por el hombre”.
Factores como la pobreza, la ignorancia o la avaricia de los padres, obligan a diferentes familias a casar a sus hijas a una edad muy temprana.
La introducción de la educación primaria gratuita, en 2003, redujo los casos de matrimonios precoces, pero todavía se dan muchos casos en los distritos más pobres, especialmente en las regiones de la costa de Kenia.
Los activistas por los derechos de los niños insisten en se debe permitir que todos los niños sean niños y argumentan que los padres, la sociedad y el gobierno tienen la responsabilidad sobre los niños.
Los funcionarios de la infancia han rescatado a muchas niñas de matrimonios forzosos, y las han ayudado a volver a la escuela.
La administración provincial también ha ayudado a combatir este hábito y aconseja a los residentes que den la alarma y denuncien este tipo de casos.
By Linah Benyawa
(The Standard, Kenia, 16-03-10)
