La Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia, KNCHR, ha acusado a la policía de haber ejecutado a casi 500 jóvenes entre junio y octubre de este año. La organización describe los 454 asesinatos como ejecuciones extra judiciales, que coinciden con la represión policial que se llevó a cabo en el mismo periodo sobre la secta de los Mungiki. El informe especifica que algunos de los cuerpos fueron a parar al depósito de cadáveres, y otros fueron arrojados al bosque de Ngong. En el depósito de cadáveres las víctimas fueron registradas como hombres adultos jóvenes Kikuyu, y que tenían un único disparo en la cabeza, a corta distancia y por detrás, lo que hace sospechar a la comisión que fueron víctimas de ejecuciones y que la policía puede tener mucho que ver con ellas, ya que sólo la policía tiene capacidad para hacer algo así.
Hasta el momento la comisión ha identificado a 229 víctimas y cada día recibe más reclamaciones. La comisión relaciona estos asesinatos con la guerra contra los miembros de la secta Mungiki, que declaró el Gobierno durante los primeros meses del año 2007.
La policía ha negado cualquier relación con estos asesinatos y ha asegurado que muchas de esas muertes son casos de asesinatos comunes, accidentes y muertes repentinas.
(The Stnadard, Kenia, 06-11-07)
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