Christian Emmanuel Sanon, médico de 63 años, presunto líder intelectual de la banda criminal compuesta por 26 colombianos y dos estadounidenses de origen haitiano, que asesinó al presidente de Haití, Jovenel Moise, en la madrugada del pasado miércoles en Puerto príncipe, ha sido detenido. Sanon es un haitiano con residencia Florida, Estados Unidos (EE.UU.). De los 28 componentes del grupo del magnicidio, 20 habrían sido detenidos, 5 continuarían en libertad y tres habrían muerto.
Leon Charles, jefe de las fuerzas de seguridad del país, informó que Sanón llegó a Haití acompañado por una escolta de seguridad, a la que luego se sumaron otros mercenarios contratados por la compañía CTU Security, con sede en Miami (EE.UU.), que pertenece a Antonio Enmanuel Intriago Valera, un venezolano que apoya a Juan Guaidó, líder de la oposición de Venezuela.
Charles señaló que “La misión de estos atacantes fue inicialmente garantizar la seguridad de Emmanuel Sanon, pero luego se cambió la misión”. Según su información, ésta habría pasado a ser el secuestro, para forzar la renuncia a la presidencia, más tarde la tortura y, finalmente, el magnicidio.
Gustavo Veiga, de Página12, señala las incongruencias en las que cae la versión de la investigación oficial, destacando la extraña eficacia de la policía haitiana para detener a unos exmilitares colombianos formados en tácticas contrainsurgencia en los EE.UU. que triunfan como mercenarios en los diversos conflictos del planeta. Según los mandos colombianos consultados, la ineficacia, la mala planificación y la impericia serían impropias de “uno de los mejores hombres del ejército colombiano”. Veiga destaca, además, las declaraciones de la hermana de uno de los mercenarios muertos, quien le habría comunicado por WhatsApp, momentos antes de su muerte, que “habían llegado tarde a proteger a la persona que tenían que cuidar, me imagino que era el presidente. Que la policía los tenía acorralados y que él iba a tratar de mediar para que los escucharan”.
Por otra parte, Antony Blinken, secretario de Estado de los EE.UU., declaró que los políticos haitianos deberían organizar elecciones para antes del final del presente año, indicando que las elecciones legislativas y provinciales previstas para septiembre deberían continuar según lo acordado pese a los acontecimientos acaecidos en los últimos días. Voces destacadas de la sociedad civil han advertido del riesgo de asumir bajo estas condiciones la convocatoria de elecciones, ya que el magnicidio ha despertado una declaración de guerra entre la oligarquía de origen sirio y libanés y la mafia local.
[Fundación Sur]
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